Nacido el 2 de abril de 1947 en Berisso, provincia de Buenos Aires. Casado. El “Turco” Cherry era electricista. Integrante de la Comisión Interna de Propulsora Siderúrgica y miembro de la Agrupación Metalúrgica “Felipe Vallese” de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Cuadro montonero. Secuestrado-desaparecido en Berisso, el 4 de noviembre de 1976. Alejandro Sandes, compañero de trabajo ya lo conocía de antes. “Al Turco lo conocí en los años ’60, era de Berisso, lo conocí trabajando en el frigorífico Swift, en la sección de etiquetado. Él era mecánico de línea, ya tenía cierta característica de caudillo, de unificar algún tipo de protesta en los sectores de trabajo (…) Lo encuentro nuevamente en el año 69 cuando Propulsora se pone en marcha y después de los encontronazos que hubo con la seccional del gremio se empieza a formar el cuerpo de delegados paralelo y ahí el Turco ingresa como delegado de la interna, en la Lista Blanca; el Turco ya tenía banca con la organización Montoneros. El Turco era güinchero, manejaba la grúa 7, en el sector de Temper; sacaba las bobinas de la línea, las ponía en el monter bobino y a su vez le ponía otra bobina para poder seguir procesando. Pero andaba poco en la grúa, siempre encontraba alguno que lo relevara, entonces se bajaba y seguía militando (…) El Turco era un tipazo. Era flaco, alto, cabezón, grandote, un vozarrón tremendo y desgarbado, lo veías a diez cuadras y decías ‘Ahí viene el Turco’. Simpático. Entrador de puta madre. Me acuerdo que siempre andaba en un jeep viejo. Nunca ocultó nada. Lo que más me llamaba la atención era que siempre rescataba la figura de Perón inclusive cuando hubo un momento de crisis entre la Orga y el Movimiento, en Plaza de Mayo en 1974. Igual el Turco siguió rescatando como eje del Peronismo la figura de Perón, más allá de Isabel y todo lo demás”. Cabe recordar que Propulsora Siderúrgica entre mayo y octubre de 1975 fue una de las fábricas protagonista de las convulsionadas jornadas de lucha obrera, donde sus trabajadores llegaron a decidir en asamblea soberana ocupar la planta en reclamo de mejoras salariales, por reconocimiento del Cuerpo de Delegados y de la Comisión Interna. Allí Cherry tuvo un lugar protagónico y fue interlocutor de los trabajadores intereses de los trabajadores ante el Ministerio de Economía y el Ministerio de Trabajo. Le valió amenazas por parte de la Triple A y dejar su trabajo en la fábrica.