Su familia vivía en un barrio de Temperley, sur del conurbano bonaerense, donde Carlos creció junto a su hermana melliza y sus demás hermanos. Durante su adolescencia ya viviendo en la localidad de Adrogué, solía viajar por la costa argentina con su amigo Julio Enzo Panebianco (ver su registro), también desaparecido. Acampaban y vendían las artesanías en cuero y madera que realizaba Carlos. Escuchaban rock nacional, les gustaban Almendra y Billy Bond. Chiappolini se ganaba la vida como carpintero. Para sus compañeros era “Lito”; para sus enemigos un “subversivo”. Militante de Juventud Peronista, montonero. Integrante de la Unidad Básica “Patria Grande”. A la edad de 23 años, secuestrado-desaparecido el 26 de febrero de 1977 en un operativo al mando del oficial de Marina de apellido Radice. Fue salvajemente torturado en la ESMA. No acusó a nadie. Cuando en un momento quedó a solas y sin que se dieran cuenta sus captores tomo adrede agua del inodoro. Sabía que así moriría de un ataque al corazón. Falleció; un pequeño triunfo personal ante tanta barbarie. Jefe del operativo que lo secuestró: el oficial de la Marina de Guerra, Ricardo Miguel Cavallo, quien luego fue por la mujer de Lito (Cristina Bárbara Muro) a la casa de éste y la tiró al suelo con violencia boca abajo, abriéndole los puntos del parto, ya que seis días antes había dado a luz. Otro de los represores que invadieron su domicilio sujetó al bebé por los pies y le apuntó con una pistola a la cabeza. Cuenta su compañera y esposa y madre de sus 2 hijos que cuando se casaron en el registro civil del barrio de Constitución y luego bajaron a la calle (50 años atrás a partir del 2023 en que ahora relata): “nos esperaban los cumpas de la UB “Patria Grande” de la JP circunscripción 13, Monserrat, donde nos conocimos y militábamos y un compañero ‘Mamadera’ con el bombo dirigía la batuta y todos cantaban la Marcha Peronista. Fuimos muy felices Lito formando una familia. A los pocos años a vos te tocó la peor de todas. Y nuestra familia debió sobrevivir como pudimos. Pero vos fuiste la semilla que nos fecundó”.