“Gordo Chioca”. “Gordo Oscar”. Desde jovencito militó en la Acción Católica de la Iglesia de su barrio de Plaza Constitución en Santa Fe. Era un tipo profundamente cristiano, transparentemente bueno y con una actitud de solidaridad a su prójimo muy acendrada. Ingresa a la Facultad de Ingeniería Química en 1961 y casi de inmediato adscribe a los postulados cristianos y peronistas del Ateneo Universitario, donde fue uno de los protagonistas del proceso de cambio que hubo en la universidad en particular y en el país en general. Por ejemplo, a partir de 1964, participa de las acciones que lleva adelante el peronismo y los sindicatos combativos en Santa Fe (Ferroviarios, Luz y Fuerza, Telefónicos, Madereros, Gráficos, Sanidad). El golpe de Onganía en 1966 abre la discusión política en cuanto a la ilegalidad del régimen y la manera de combatirlo. Chioccarello como tantos otros jóvenes asumen la lucha armada. Él, como peronista, se suma a Montoneros. Es uno de los organizadores de su grupo en Mar del Plata. Un libro que reúne historias de vida y homenajes a los militantes santafesinos, dice de él: “Fue un tipo fundamental en el manejo de las relaciones personales en el grupo, importante para avanzar con la participación de todos, como así también para el fortalecimiento emocional de los compañeros, que comenzaban a prepararse para una empresa en la que –eran plenamente conscientes- ponían en juego sus afectos, su familia y hasta su propia vida. En esto fue relevante. La sólida formación humanista del Gordo, que tenía una tolerancia infinita, aceptando la diversidad de opiniones y respuestas, pero una vez tomada –entre todos- una decisión, era el más férreo custodio de que no se produjera ninguna desviación ni en lo político ni en lo personal”. Juan Carlos Chioccarello fue secuestrado-desaparecido a la edad de 33 años, el 28 de abril de 1977. Y el hecho ocurrió en Avenida Directorio y Varela, barrio del Bajo Flores.