Abril de 1957. El peronismo ya estaba prohibido por decreto y sus militantes perseguidos, encarcelados y torturados, cuando no fusilados como en el caso de Valle y otros compañeros, un año antes. El pueblo resistía como podía contra la dictadura sangrienta de Rojas y Aramburu. Manifestaciones, pintadas y caños eran los métodos populares para frenar la prepotencia y la injusticia. En dicho contexto la Resistencia Peronista dinamita el puente de la Carretera Panamericana, ubicado en la populosa barriada bonaerense de Quilmes. En la acción fallece debido a las graves heridas recibidas por una explosión prematura, el militante Andrés Cibrián.