Roberto
Baschetti

Ciocchini, María Clara

Nació en Bahía Blanca un 21 de abril de 1958. Secuestrada-desaparecida en La Plata junto a su amiga y compañera de militancia María Claudia Falcone, en la casa de una tía abuela de esta última, el 16 de septiembre de 1976. Signo trágico, esa fecha es un nuevo aniversario de la caída del gobierno popular y democrático del general Perón en 1955. Fue una de las víctimas de lo que se conoció como “La Noche de los Lápices”. Ya de pibita participo en las manifestaciones anti-dictatoriales en Bahía Blanca, donde se había ido a vivir con sus padres. Eran los tiempos del gobierno de facto de Lanusse. Fue “girl scout” en la Pequeña Obra de esa ciudad bahiense y con un grupo de monjas tercermundistas ayudó a organizar actividades de apoyo tanto sanitarias como educacionales en los barrios carenciados y villas del lugar. Quería ser médica. Sentía admiración por Evita, el Che y el cura Camilo Torres. Tocaba muy bien la guitarra, tanto folclore como rock nacional. En poesía se fanatizaba con los escritos de Juan Gelman y Pablo Neruda. Su padre, Héctor Eduardo era un eximio profesor de dibujo. Para 1973 comenzó a militar en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) para rabieta de su papá, que había sido un antiperonista de aquellos, en la década del ‘50. Ella se levantaba de madrugada y con los compañeros escribían largos paredones con las consignas “Perón ó Muerte. Viva la Patria” y “Libres o muertos, jamás esclavos”. Para esa época militaba en un barrio marginal, el “Sánchez Elía” donde ayudaba personalmente y todos los días a una madre soltera y su hijita para que tuvieran una vida más humana: además, pintaba, cocinaba, alfabetizaba y alegraba las reuniones con su infaltable guitarra y su voz privilegiada. En la militancia le decían “La cieguita” porque si se sacaba los anteojos no veía nada; pero admiradores nunca le faltaron. En el ’74 fue elegida delegada de la UES en el Normal y a su cargo estuvo la resistencia contra el filonazi Remus Tetu entronizado por la “Misión Ivanissevich”. También era la encargada de asistir a sus compañeros de la UES ya detenidos y encarcelados por el gobierno de “Isabel y el Brujo”. Para noviembre de 1975 sus padres, medio de prepo, se la llevaron con el resto de la familia a vivir a La Plata, después de que una patota armada la fue a buscar por la noche, a su casa de Bahía. En la ciudad de su nuevo asentamiento, rápidamente hizo contacto con sus compañeros de la UES (“Si me voy, no es para quedarme de brazos cruzados. Me voy a otro lado para seguir militando”) y con ellos organizó la resistencia a la dictadura militar, ostentando el grado de oficial montonera. Hasta que se la llevaron. Pasó por los centros clandestinos de detención “Pozo de Arana” y “Pozo de Banfield”. Tenía 17 años. Fue torturada y violada antes de su muerte. Cabe acotar que, en la ciudad de Villa Mercedes, San Luis, por ordenanza Nº 1362-o, del 20 de agosto de 2002, hay una calle con su nombre. Y en Bahía Blanca, con su nombre y apellido una “Plaza de los Lápices”.