“Con treinta balazos lo acribillaron a Martín el menor de los varones; los Cobos, solidarios corazones. Sus dieciocho años fusilaron (…) Familia peronista perseguida; ‘no intervenga’ dice el Monseñor. Falsa Guerra la de los genocidas; treinta balazos, odio y desamor. Martín Cobos es eterna tu vida, victorioso tu profundo valor”, escribió la poetisa Beatriz Villar. En la madrugada del 25 de septiembre de 1976, un grupo armado, algunos de cuyos miembros se encontraban enmascarados con medias de nylon de mujer y movilizados en varios vehículos, ingresaron por la fuerza a la vivienda de la familia Cobos Rodríguez, sita en la calle General Güemes 1979 de la ciudad de Salta, provocando la muerte de Martín Miguel (18 años), hermano de Enrique Cobos (ausente de su hogar en dichos momentos). Ambos eran militantes de Juventud Peronista. Los hechos ocurrieron de la siguiente manera: la patota policial-militar buscaba a Enrique en la casa, pero se encontró con Martín. Le empezaron a pegar y a preguntar por su hermano. En un momento dado, Martín logra escapar y subir a la terraza, de allí se lanzó a la calle, corriendo a toda velocidad por la calle Pedernera hasta mitad de cuadra, llegando a una obra en construcción de unos vecinos de apellido Martínez. Allí intentó ingresar por un garaje que hasta días antes no tenía portón, pero que esa noche sí lo tenía. Fue allí que recibió más de 20 impactos de bala. En un vano intento por salvarle la vida, su padre lo llevó a la clínica Instituto Médico donde fue operado de urgencia por el Dr. José Nallar. Murió en la operación, por la multiplicidad de heridas de bala recibidas. En el operativo represivo, como autor material de los disparos, actuó el comisario provincial Víctor Hugo Bocos que está siendo juzgado en abril de 2016. La hermana de Martín, Cristina Cobos estaba casada con Víctor Brizzi (ver su registro) quien también está “desaparecido”.