La “Rusita” había sido desde fines de los ’72, la responsable, la “jetona” de la Facultad de Humanidades en La Plata, la más politizada de todas, por lo que todo el mundo la conocía y luego del golpe del ’76 fue un blanco viviente. Pero inmutable siguió militando. Porteña, nacida el 20 de febrero de 1953. Militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros. Con 24 años, fue secuestrada por un grupo de tareas de la ESMA el 16 de agosto de 1977 en Buenos Aires y posteriormente “trasladada”, el 29 de septiembre del mismo año. Se sabe que durante su cautiverio la torturó con saña y alevosía un integrante del Servicio de Inteligencia Naval (SIN), llamado Francisco Lucio Rioja. Como dijo un compañero que la conoció muy bien: “Judía y peronista a la vez, condición difícil si la hay. Cuadro universitario de primer nivel. Compañera querida y comprometida, solidaria y tan didáctica como precisa en sus observaciones políticas, lo que le valió el dulce apodo de ‘La Mami’, ya que se mostraba como muy maternal en sus explicaciones y en la defensa de los compañeros; durísima con el jodido y continente con el equivocado”. “Tocaba muy bien el piano”, nos recuerda otro compañero que compartió con ella un campamento en la playa de Villa Gesell y recuerda que, en una noche lluviosa, se acercaron al pueblo y en un típico barcito del lugar, ella interpretó varios temas. Viviana Esther Cohen tiene una baldosa colocada en su memoria en el barrio donde vivió.