Héctor Daniel De Arriba en su libro magistral “Los muertos de Plaza de Mayo” (Dunken. 2022) relata de forma escrita como sucedieron los hechos, aquel 16 de junio de 1955, cuando tropas de la Marina de Guerra quisieron matar al presidente Perón. “21 años. Catamarqueño. Granadero del 3° Escuadrón. Nació en 1934 (su padre se llamaba Sandalio y su madre Rosalía). Murió por herida penetrante en región lumbar derecha con entrada en la columna vertebral. Fue llevado al Hospital Militar Central. Integrante de los efectivos que al mando del capitán Amaret, concurrían a reforzar el personal que defendía la Casa de Gobierno, que en esos momentos era atacada. La columna llegó a la Casa Rosada por Paseo Colón, se inicia el desembarque del personal en proximidades de la puerta de la Custodia, bajo un intenso y muy eficaz fuego de los rebeldes a menos de 150 metros, y en oportunidad en que el escuadrón avanza para entrar a la Casa Rosada, este granadero es alcanzado por los proyectiles de los rebeldes y muere”. Laudino vivía en el Barrio de La Tablada, al sur de Catamarca Capital. Su cuerpo fue velado y luego “una multitud acompaño el féretro hasta el cementerio local. Encabezaron el cortejo, el gobernador Armando Casas Nóblega, dos ministros del Poder Ejecutivo, el jefe del Regimiento 17 de Infantería Tte. Cnel. Carlos Alberto Muzzio, el jefe del Distrito Militar 53 Mayor Osvaldo Fantón, el Delegado del Consejo Superior del Partido Peronista Santiago Mele, la Delegada Censista Julia Márquez de Coll, el delegado Regional en la CGT Ramón M. Romero, el delegado de la Policía Federal comisario Olavarría, legisladores, dirigentes peronistas y gremiales”.