“Tana”. “Alicia”. “Susana”. Nació en Buenos Aires, el 9 de mayo de 1950. Liliana habitaba con el “Burro” Hurst y Marcelo Rave, una casa de Villa Adelina (Independencia 1940. 1° “A”), provincia de Buenos Aires, que el 4 de agosto de 1976 fue asaltada por las fuerzas armadas. Los tres muchachos militaban en la Columna Norte de Montoneros. Murieron en combate. Liliana con una entereza y arrojo increíble, según cuenta Marisa Sadi en su notable libro “El caso Lanuscou”. Allí se narra: “Al nene le salía sangre de los oídos, por los ruidos. Liliana, ni bien salió de la casa como para entregarse, dejó el bebé protegido detrás de una maceta. Después empezó a cruzar la calle, debajo de los reflectores enormes que habían puesto los milicos. Y en el punto más iluminado se abrió el tapado e hizo ademán de empuñar la metra que traía debajo del abrigo. No se entregó viva”. El hijo de Liliana, Horacio Pietragalla –de 5 meses de vida, que se crió con padres sustitutos desconociendo su verdadera identidad- recuperó los restos de su madre en el 2004, ya que habían sido depositados como N.N. y los enterró junto a su padre y marido de ella, el “Chacho” Pietragalla, en el cementerio Parque Las Praderas de Monte Grande, provincia de Buenos Aires. Para 2005, en un nuevo aniversario del deceso, escribió: “29 años de tu asesinato. Un día como hoy me diste el último beso, las últimas palabras, el último chorro de alimento. Un día como hoy nos separaron físicamente. Vieja sé que estás, en cada momento de mi vida, con tu lucha y ejemplo. Te amo”. Liliana, cuenta su hijo Horacio, antes de él tuvo dos hijos que fallecieron: Pablito de una enfermedad y Evita que estuvo en incubadora, pero tampoco pudo sobrevivir. Signo aciago para una compañera que dio todo por la liberación nacional y social de nuestra patria, pese a todos los inconvenientes personales que tuvo que enfrentar. Horacio Pietragalla, es actualmente secretario de DD.HH. en el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner asumido en diciembre de 2019.