Roberto
Baschetti

Crigna, Armando

“Colorado”. Falleció el 10 de julio de 1981. “El 10 de julio último, un puñado de familiares, amigos y compañeros, todos apretujándonos el corazón; todos, hombres como mujeres, conteniendo malamente el llanto, acompañamos en la Recoleta los restos de Armando Crigna, un argentino cabal, un peleador sin medida –porque ningún patriotismo puede ser ‘moderado’ cuando tocan a colonia- y un militante de la causa nacional y popular que llegará (y juramos que llegará a serlo, en lo que de nosotros dependa) a lo legendario. Él no podía ‘quedarse en el molde’. ‘Ni borrarse’. Jamás lo hizo. Por el contrario –quienquiera se haya asomado por lo menos un instante a su alma diáfana y pudorosa no habrá dejado de advertirlo- supo subordinar sus intereses personales, es decir, su pan y el de los suyos, a los de la Nación ‘socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana’, clásica fórmula de Perón que algunos declaman y que, para él, que la pronunciaba con auténtica unción, constituía algo así como un Padre Nuestro laico, creyente como era. Al igual que Scalabrini, como Jauretche, como tantos otros, adivinó la natural, filial transición a lo que se denominaría peronismo. FORJA, a la que aportó sus pegatinas, sus volanteadas, sus oportunos puños, se dio por disuelta, ante el cumplimiento histórico de sus finalidades, tras toda una década, la noche del 17 de octubre de 1945, una vez liberado y devuelto al útero popular el coronel Perón. Armando Crigna fue muchas cosas anecdóticas, cálidas, sabrosas. Esto lo sabemos, hasta el hueso, quienes tuvimos el privilegio de su intimidad. Al movimiento nacional y popular, en la medida en que no siempre asume en toda su excepcionalidad a sus más claros y devotos servidores, le avisamos desde ya que el ‘Colorado’ fue nada más y nada menos que todo un militante. De esos ante quienes deben inclinarse, reverentes, las banderas de la liberación y la justicia”. (Revista “Línea” N° 13. Agosto de 1981).