Le decían “Negro”. Nacido en Gualeguay, Entre Ríos. Su padre era prefecto naval, peronista y honrado como pocos. El secundario lo hizo en el Comercial de Santa Fe en tanto vivía con su familia en el barrio de Guadalupe. Ya por ese tiempo comenzó a militar en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Universitariamente quiso estudiar Medicina, pero al primer cadáver que vió, se dijo que eso no era para él. Por lo que comenzó Ingeniería Química, pero dedicándose de lleno a la militancia, le quedó pendiente tan sólo una materia para recibirse. Domingo, cuadro de Juventud Peronista (JP) y Montoneros era responsable de todo el territorio; manejaba los barrios Barranquitas, Escalante y San Lorenzo. Era simpático y entrador; todo un cuadro de superficie. Siempre estaba reclutando militantes. Como las reuniones las hacía en el garaje de la casa, comenzaron a allanarlos a cada rato. Su padre lo apoyaba, sacaba la credencial y los paraba en tanto Domingo y sus compañeros se rajaban por los fondos. Ya estaba casado con su compañera de militancia Stela Maris Hildbrand (ver su registro). Cuando ambos deben pasar a la clandestinidad se van a vivir a Rosario. Estando Domingo sólo por la vía pública en un colectivo de línea, cayó en una “pinza” armada por las fuerzas represivas. Decidido a no caer con vida protagonizó un tiroteo en Dorrego e Ituzaingó, hasta perder la vida llevándose consigo a un oficial y dejando a otro mal herido. Murió con 30 años. Tenía más balazos en su cuerpo que años de vida: se le contaron 38. Esto hecho de violencia ocurrió el 10 de diciembre de 1977, como dije anteriormente en Rosario, provincia de Santa Fe. Su padre pudo recuperar su cuerpo y darle cristiana sepultura.