“El Negro”. Nació en Morón, provincia de Buenos Aires, en noviembre de 1948. En 1970 comienza a trabajar como administrativo en el área de publicidad de “El Cronista Comercial” dirigido por Rafael Perrota y al poco tiempo se convierte en delegado gremial de ese diario al ser elegido como tal por sus propios compañeros. Hacia 1974 empieza a aprender el oficio periodístico y a publicar sus primeras notas en la sección “Gremiales” del mismo diario, con el seudónimo de “Gaspar Gayoso”. Demarchi fue representante de la comisión interna de “El Cronista Comercial” en la Asociación de Periodistas de Buenos Aires (APBA) y candidato como secretario adjunto de la Lista Naranja (de izquierda) que disputaba la conducción del gremio. Su militancia política estuvo ligada al Peronismo de Base (PB) en una primera instancia, siendo redactor de la revista quincenal “Con Todo” órgano de difusión precisamente del PB y luego se alineó detrás de los postulados del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y es ahí, cuando desde noviembre de 1975 a mayo de 1976, es uno de los redactores del medio gráfico “Nuevo Hombre” a cargo de Manuel Gaggero; otro militante de la izquierda peronista que se sumó al PRT-ERP. En julio de 1976 sabiendo que su vida corre peligro, Demarchi renuncia a “El Cronista Comercial” y tiene en mente un viaje al VIII Congreso de la Organización Internacional de Periodistas a realizarse en Helsinki, Finlandia, donde iba a denunciar la represión sufrida por los periodistas en Argentina. Todo queda en la nada, ya que el 5 de agosto de 1976 es secuestrado-desaparecido en el barrio porteño de Monserrat, Alsina 547, al salir de la sede del diario “El Cronista Comercial”. Contaba con 27 años. En su memoria, el sábado 5 de agosto de 2017 se colocó una baldosa en Alsina 555 y Diagonal Sur, ciudad de Buenos Aires. Firme en sus convicciones revolucionarias poco antes de “desaparecer” dejó por escrito estas líneas sobre la dictadura: “Quizás nos falta seguridad política y sea eso lo que me hace estar mal en el presente. Pero ya tendremos política para reventarle su propia basura en la cabeza. Sabrán entonces que en el nombre de Dios mataron inocentes, depredaron pueblos, derrumbaron ilusiones. Pero sabrán también que la justicia llega y que aquellos niños que dejaron morir de hambre en los obrajes, en el campo o en los montes hoy son hombres que habrán de pedir cuentas”. En el año 2022, el Club Deportivo Morón, “El Gallito”, le entregó a su familia el carnet que lo acredita como socio honorario más allá de la muerte.