“Lucho”. Trabajaba en un juzgado de Resistencia siendo gremialista del sindicato de Judiciales y militaba en el Barrio Toba. Militante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP), era allí conocido por sus compañeros como “Mincho”. Nacido Corrientes, en la ciudad de Mercedes, el 15 de enero de 1951. Su padre, Gregorio Manfredo Díaz, un próspero comerciante, falleció cuando él tenía 3 años. Su madre se llamaba María Luisa Antonio Acuña. Su secundario lo hace en la Escuela de Comercio, donde egresa como Perito Mercantil; como era muy buen alumno. Fue escolta de la bandera. Aprendió a tocar la guitarra con “Los de Imaguaré” y fue a cantar a Cosquín. También fue parte del cuerpo de baile folclórico y se lo veía siempre en todas las fiestas, peñas y guitarreadas que se organizaban en su colegio secundario y en el colegio de monjas. Estudiante de Ciencias Económicas en la UNNE, le faltaron cuatro materias para terminar su carrera. Casado en diciembre de 1973, tuvo un hijo. Fue detenido entre enero y febrero de 1976 en la casa donde vivía. Salvajemente torturado y asesinado en la “Masacre de Margarita Belén”, Chaco, el 13 de diciembre de 1976. Carlos Aranda, sobreviente al genocidio, recuerda haberlo visto detenido en la Brigada de Investigaciones, haciendo los dos dedos en V, con una evidente hinchazón porque le habían arrancado una uña en la tortura. También se cuenta que los esbirros se ensañaban con él en la tortura “porque no decía nada”. Sus compañeros y amigos invitaron a través de un obituario de “Página 12” del 27-8-2010, a rendirle homenaje y acompañar la inhumación de sus restos, bajo el lema de: “Tu lucha y fervor militante permanecerá por siempre en la memoria del pueblo”. Cuando se llevó a cabo la inhumación antes comentada, sus compañeros, amigos y familiares, camino al cementerio, hicieron un homenaje en la vereda de la Casa de la Memoria (ex sede de la Brigada de Investigaciones de la Policía de la Provincia del Chaco), ubicada frente a la Plaza Principal, a escasos metros de la Casa de Gobierno. Allí recordaron a Lucho con anécdotas, cantos y con el chamamé “Adiós ciudad de Mercedes”. Dafne Zamudio, hija de Carlos, también asesinado en la Masacre de Margarita Belén (ver su registro) y amigo de Lucho dijo a la gente: “Ayer en el juicio tuve una sensación muy fuerte que me llenó de emoción y fue el sentir que tanto Lucho como los demás compañeros muertos, ganaron una batalla más, porque los asesinos trataron de ocultarlos y borrar las pruebas de lo que habían hecho, pero hasta allí resistieron y conservaron en ellos mismos la condena de estos cobardes”.