Nacido el 1° de noviembre de 1948. Estudió Abogacía. Esposo de Judith Said. Militante montonero (con el nombre de “Luciano”; otro lo conocían como “El Rubio”) asesinado por la represión el 15 de noviembre de 1976, al recibir disparos de armas de fuego, durante el operativo realizado ese día, en el domicilio de la calle Riglos N° 744 de ésta Capital. Su compañero Marcos Lohle le recuerda “su buen humor, su paciencia para todo y su delicadeza para cargar la pipa en tanto escuchaba a su interlocutor; sabía conversar escuchando”. Una amiga, Virginia, recuerda otros aspectos de Ricardo Aníbal Dios: “Le gustaba la naturaleza, cocinar y comer bien. Era generoso, sensible, trabajador incansable. Le agradaban los días de sol, pescar, leer, caminar por esas vías muertas que hoy son el Tren de la Costa. Adoraba a su hijo Mariano y lo llevaba a pescar y a la cancha de River; mientras pudo lo amó y le entregó lo mejor de sí mismo”. Dicen que había elegido un epitafio (que alguna vez leyó) para que colocaran en su tumba: “Madre. Si me matan, tráeme un pobre hombre de algún pobre sitio y esa pobre mano por la que me matan, pónmela en la herida por la que me muero”. El 15 de noviembre de 2020, un obituario de “Página 12” firmado por sus hijos Mariano y Ricardo, expresa: “A 44 años de tu asesinato nos gusta imaginarte acá, con nosotros, aportando a la construcción de una Argentina justa e igualitaria, como lo hiciste en tu juventud, con los compañeros y compañeras, en la fábrica, en la facultad, en casa, en la calle. No te habrías perdido la inolvidable celebración popular en la plaza, del 10 de diciembre pasado y hoy estarías orgulloso de tu país, de ser peronista y de la militancia que no claudica ni especula. Esto serías hoy. Nuestro Padre. Lo sentimos así, porque nosotros estamos hechos de vos y de la generación de los 30 mil. No olvidamos, no perdonamos, ni nos reconciliamos”