Nació el 3 de octubre de 1919 en Avellaneda donde vivió toda su vida. Hijo de Dominga González, española y de su padre, que se llamaba igual que él. Era sobrino del anarquista español Buenventura Durruty. Comenzó a trabajar a los 13 años en diferentes fábricas. Fue diarero y a los 17 años se incorporó a trabajar en las barracas y a participar en la actividad sindical, donde fue conocido como “El Flaco de Barraqueros de Lana de Avellaneda”. Para 1945 se casó con Estefanía Spital y tuvieron 3 hijos. Y a partir de un año después, participó activamente de la organización del gremio de los barraqueros, contribuyendo a su unificación con el sindicato de lavadores. A fines de ese mismo año (1946) fue elegido secretario general de la CGT Regional Avellaneda-Lanús. Tuvo un estrecho vínculo político con el primer intendente peronista de esa zona de apellido Rodríguez. A principios de la década del ‘50 fue elegido senador por Buenos Aires. Se caracterizó por su energía y militancia combativa, como así también por su conducta intachable y su compromiso tanto en lo gremial como en lo político. Siendo una de las mejores expresiones del sindicalismo peronista, logró para su gremio el doble aguinaldo y el límite de peso de los embarques entre otras reivindicaciones. Luego del derrocamiento de Perón por la fuerza de las armas en septiembre de 1955, Durruty participó activamente de la Resistencia Peronista en cuanto enfrentamiento callejero se presentaba, viajando en más de una oportunidad al exterior para entrevistarse con Perón en el exilio. En las elecciones de 1962 en Provincia de Buenos Aires que ganó el compañero Andrés Framini y fueron anuladas por las FF.AA., el “Flaco” Durruty fue electo diputado. Su combatividad no amainó nunca y en total se estima que debe haber sufrido cárceles y persecuciones durante 15 años. A partir de 1973 se desempeñó como asesor técnico de ELMA (Empresas Líneas Marítimas Argentinas), siendo éste su último cargo oficial. Federico Durruty falleció el 29 de junio de 2004. Su legado de lucha y compromiso permanece en la memoria del pueblo trabajador argentino.