“Mojarra” Farías era militante de Juventud Peronista Regional Sur I. Nacido en Sarandí, provincia de Buenos Aires el 5 de julio de 1955. Laburante en la industria del calzado. Amante de los guisos de lentejas que le preparaba la Viejita del “Polaco” (otro compañero de militancia). Tenía 22 años al momento de su secuestro y desaparición. Lo sacaron de su domicilio en Quilmes, el 10 de noviembre de 1977. Se lo llevaron junto a su compañera de vida y militancia Gladys Noemí Musante (ver su registro). Ambos militaban en la Unidad Básica “Compañero Carlos Grynberg” del barrio San José de la localidad de Temperley, provincia de Buenos Aires. Llevado al CCD “Pozo de Quilmes” fue brutalmente torturado. El Equipo de Antropólogos Forenses encontró sus restos, junto al de otros compañeros, en el cementerio de General Lavalle, provincia de Buenos Aires en 2009. El domingo 11 de noviembre de ese mismo año, identificado, en el cementerio de Rafael Calzada inhumaron sus restos. Allí uno de los presentes afirmó: “Compañero ‘Mojarra’, no nos han vencido. Recuperando tu cuerpo, les estamos ganando la batalla de quererte hacer desaparecer, y en vos, simbolizamos a todos quienes nos queda por recuperar. Compañero ‘Mojarra’ ¡Hasta la victoria siempre! Libres o Muertos, jamás Esclavos”. Farías como tantos otros militantes políticos había sido arrojado al mar desde un avión y su cuerpo sin vida luego apareció en la costa de Santa Teresita. Un compañero de militancia recuerda un hecho que lo tuvo a “Mojarra” por protagonista: “El golpe de Estado lo agarró en plena ‘colimba’, en la Armada de Massera y por esas cosas del destino, un compañero suyo fue a robarle el pilotín y encontró en el bolsillo, unos panfletos de la ‘orga’ y lo mandó ‘en cana’. Al otro día cuando se presentó en el cuartel, le avisaron lo sucedido y entonces rápidamente optó por pasar a la clandestinidad”.