Roberto
Baschetti

Feinmann, José Pablo

Nacido en Buenos Aires el 29 de marzo de 1943. Su padre, médico, se llamaba Abraham y su madre Elena de Albuquerque. Agnóstico, fue filósofo, docente, escritor y ensayista. Sus libros han sido traducidos a varios idiomas. Licenciado en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Y allí fue profesor entre 1968 y 1974 siendo uno de los creadores de las Cátedras Nacionales que dieron un nuevo impulso a la carrera al bajarla del limbo abstracto y sumergirla en los problemas sociales e históricos, concretos, de nuestra realidad. En 1973 al influjo de la gestión Puiggrós en la Universidad de Buenos Aires, fundó el Centro de Estudios del Pensamiento Latinoamericano (CEPL), dependiente del Departamento de Filosofía de la UBA. De joven –en los 70- fue un activo militante de la Juventud Peronista (JP) pero siempre puso distancia de la violencia política y la lucha armada para dirimir conflictos. Se alejó del peronismo (Partido Justicialista), en 1985 y fue un crítico lúcido e implacable del travestismo político de Carlos Menem que abdicó cada una de las banderas históricas de su Movimiento. También descolló como guionista cinematográfico, obteniendo en dos oportunidades el premio de la Asociación de Críticos Cinematográficos de la Argentina. Escribió relatos, cuentos y novelas que han quedado como hitos de la literatura local: “La astucia de la razón” (1990, reeditada en 2007) y “La crítica de las armas” (2003 reeditada en 2007), por ejemplo. Y dos años más tarde, en 2009, “Timote. Secuestro y muerte del general Aramburu”. También debe mencionarse su libro “La sangre derramada. Ensayo sobre la violencia política” (Ariel. 1998); donde expresa que “Perón nunca le enseñó al pueblo ni le planteó metas revolucionarias. ‘De casa al trabajo y del trabajo a casa’ es la consigna menos revolucionaria que alguien pueda imaginar”. En 2014, Feinmann fue reconocido como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Estuvo decidido a devolver el premio cuando supo que otro de los reconocidos con el mismo mérito era el empresario de medios televisivos que atontan, Marcelo Tinelli: “No se puede premiar la anticultura, no se puede premiar el anti pensamiento”, dijo escuetamente, quizás haciendo hincapié en su propia definición de como se ve así mismo, “un intelectual independiente y no orgánico de ningún partido político”. Lo que no le impidió por convicción y principios apoyar las políticas sociales y económicas de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007), Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) y después, Alberto Fernández (2019), aunque en una larga nota escrita en “Página 12”, el 3/10/2021 dejó las cosas en claro: “Ahora hay que levantarse del polvo y volver a la superficie, a los conflictos de la política y enfrentarlos apretando los dientes. Cada día que Milagro Sala sigue en cautiverio es una derrota. La militancia tiene que volver a la superficie. La pandemia aún sigue, es cierto. Pero el hambre también. Y un niño mal alimentado tiene marcado su camino de perdedor. Es la existencia destino. Se nace condenado a la pobreza. El peronismo ha sido y es muchas cosas, de acuerdo. Su identidad es azarosa. Pero tiene algunos elementos axiales. Sin ellos no es lo que debe ser. Peronismo con hambre no es peronismo”. (Definición que concuerda con otra suya: “El intelectual tiene que tener una opción política, humana, social, que lo saque de la serenidad de su escritorio”. J.P. Feinmann. “La Nación”. 11-9-2006). Debe recordarse, así mismo, que aportó su firma -por medio de una solicitada- para repudiar de la manera más enérgica posible, el despido de 240 trabajadores de la Biblioteca Nacional por parte del macrismo, el 23 de marzo de 2016. Enfermo, falleció el viernes 17 de diciembre de 2021 a la edad de 78 años.