El 19 de septiembre de 1977, un grupo de hombres fuertemente armados rodeó la casa de la familia Fernández antes de allanarla. Ordenaron a los ocupantes identificarse y cuando lo hizo Juan Alejandro, de 17 años de edad (ver su registro), le indicaron que se vistiera para llevárselo. Su padre solicitó que le permitieran acompañarlos, pero mientras se vestía, los efectivos se retiraron. Volvieron a los 15 minutos y procedieron a detener a otro hermano, Jorge Luis, de 16 años. No quisieron que el padre los acompañara, asegurando que devolverían a los dos menores, media hora después. Juan Alejandro había participado en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) desde cuando cursaba primer año y tenía trece de edad, Jorge Luis también. Los dos hermanos eran alumnos del Colegio “San Francisco Solano” de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires. Ambos continúan desaparecidos. En una entrevista que les fue concedida a los padres, por un coronel del Ejército en la Puerta 4 de Campo de Mayo, el militar reconoció que se llevaban a los jóvenes que habían estudiado en “colegios subversivos para cambiarles las ideas”. Marcela Inés Fernández, hermana de Jorge Luis, recuerda qué a éste, cuando se lo llevaron, cursaba cuarto año de la escuela y que su sueño era que todos vivamos en un mundo mejor y para tal fin iba a las villas a enseñar a leer y escribir; y nos despide con un “¡Hermanito siempre estás presente!”.