“Bombita”. Nacido en Olavarría, provincia de Buenos Aires, el 4 de septiembre de 1952. Era el menor de 11 hermanos, de una prolífica familia de trabajadores del barrio San Vicente en la localidad antes citada como su lugar de nacimiento. Trabajaba como empleado en la casa de venta de neumáticos “Cincotta”. Pese al terror y las persecuciones, seguía siendo el referente clandestino de la desmembrada Juventud Peronista del lugar que continuaba resistiendo a los milicos. Jorge Oscar sobresalía, según todos los que lo conocieron, por su capacidad para el análisis político, su inteligencia innata y su empedernida voluntad de gestar una sociedad más justa para todos. Fue secuestrado-desaparecido el 16 de septiembre de 1977. Los animales que fueron en su busca, lo torturaron con electricidad arriba de la mesa de la cocina de su propia casa con el fin de que delatara la identidad de sus compañeros. Su secuestro formó parte de una siniestra caravana que esa misma noche, se llevó alrededor de una veintena de jóvenes en distintos puntos de la ciudad, apilándolos atados y encapuchados en la caja de vehículos militares, que los transportaron a Las Flores, provincia de Buenos Aires. Su hermano Cacho lo recuerda así: “Era un tipo que llegó más temprano que yo a la Revolución. Discutíamos mucho siempre (…) leíamos las mismas cosas, pero pensábamos con distintas perspectivas (…) para él era necesario cambiar la sociedad, creía que las miserias humanas tenían que ver con el orden social. Me decía que no se cambiaba al hombre sin cambiar la sociedad. Al final creo que terminó convenciéndome, aunque él no era un tipo que imponía las cosas; era muy pensador, todo lo que hacía lo pensaba mucho y decía lo que pensaba”.