Nació el 26 de enero de 1945. Pasó por las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) con el nombre de Felipe y en Montoneros con el nombre de guerra Santiago y/o Santiaguito; Manolo y/o Manolito; Pancho y/o Panchito. Con anterioridad en 1964 ingresó al seminario de los curas jesuitas. Para 1968 comenzó a ser catequista en parroquia del barrio Trujuy del grupo de menores, en tanto el Padre S.J Julio Merediz lo era para los mayores. Como seminarista jesuita fue maestrillo en el Colegio de la Inmaculada en Santa Fe dando charlas a los estudiantes secundarios sobre peronismo y concientizándolos detrás de la consigna peronista “Luche y Vuelve”. Luego la militancia lo trasladó a San Miguel, provincia de Buenos Aires. Se lo recuerda con otros compañeros haciendo actos relámpagos en la zona, en 1971 y 1972, en conmemoración del 17 de Octubre, el Día de la Lealtad. Militó en la Unidad Básica “Felipe Vallese” del barrio La Estrella de San Miguel junto a otros compañeros responsables de ámbito como Hugo “Humberto” Gaitán y Balbino “Pelo Chuzo” Caro. Pasaban películas como “La Hora de los Hornos” y concientizaban a la gente con buenos resultados que se traducía en nuevos militantes. A mediados del ’72 pasa a militar en Montoneros de Moreno (provincia de Buenos Aires) donde pasa a ser parte de una Unidad Básica de Combate Sindical –UBCS- que por diferentes razones toma el Hospital Municipal, el Frigorífico Minguillón y las fábricas IMSA y Valmarco. Cae preso el 1° de mayo de 1972 en un acto que se hacía por el Día del Trabajador en la plaza central de Merlo (provincia de Buenos Aires). Lo identifican y lo largan. Ese mismo año es detenido en una ruta con una camioneta de la “orga” sin papeles luego de un altercado vial con otro conductor que resultó ser policía. Mala suerte. Lo acusan de encubrimiento. Su abogado defensor fue Hugo Amílcar Grinberg, quien logró sacarlos en libertad (al momento del hecho iba con su esposa; ella es acusada de robo y asociación ilícita) gracias también a la ayuda de su amigo el Padre Jorge Mario Bergoglio (¿Les suena?) quien pasó a visitarlo a la celda en calidad de sacerdote y debajo de su sotana llevó ropas muy distintas a las que tenía el día del altercado para que no fuese fácilmente reconocible en la ronda de identificación. Sobreseído el 26 de abril del ‘73, recién Fabián fue liberado con la amnistía presidencial del 25 de mayo de ese mismo año. En 1973 su militancia montonera lo lleva a ser el responsable de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP) de Morón (provincia de Buenos Aires). En 1974 dentro de las discusiones en la Orga se separan de la misma con su esposa (Hilda Irene Rosenberg) y es muy factible que se hayan sumado a “Montoneros Columna José Sabino Navarro”, formando parte, inclusive, de un operativo de rescate de armamento en una comisaría de La Tablada, partido de La Matanza, provincia de Buenos Aires. En ese mismo año del ’74 comienza a trabajar en Subterráneos de Buenos Aires, en la Línea A como barrendero, tallerista y hasta boletero. Allí como delegado gremial es casi seguro que haya formado parte de la combativa “Coordinadora Interlíneas 5 de Abril”. Ese trabajo duró hasta el ’76. Corrido por la represión se la rebuscó como taxista y se fue con su mujer a vivir a una modesta casa en La Matanza. Según su hija Rocío (ambos en la foto que ilustra esta reseña), Fernández Madero, falleció el 31 de julio de 1999 víctima de un paro cardíaco. “El cardiólogo con anterioridad le había sugerido una intervención quirúrgica, pero decidió no operarse porque el quirófano le recordaba a la sala de torturas. No me contó prácticamente nada de su pasado jesuita y montonero, pareciera que el terror lo dejó sumido en un profundo silencio”.