“Rojo”, “Falcón”, “El Bombero Loco”. Integrante de la Resistencia Peronista. Con 35 años, en noviembre de 1960, fue baleado por el teniente coronel D’Elía –ayudante de campo del secretario de Guerra, general de Brigada Rosendo Fraga- cuando lo encontró adentro del jardín de su casa de la calle Conde, a las tres de la madrugada presumiblemente tratando de colocar un artefacto explosivo. Detenido, fue objeto de feroces torturas que llevaron a la detención de José Malamiuk (ver su registro) y al descubrimiento de un arsenal oculto. Fue juzgado como los otros detenidos, por un Consejo de Guerra Especial –a cargo del teniente coronel Juan Alberto Gomila- en virtud de la vigencia del Plan Conintes. El fiscal, otro militar (capitán Alfredo Recke) pidió para el acusado, 25 años de prisión; le dieron 15 años y 11 meses. En otro procedimiento también fue detenida como resistente peronista, la compañera de Fernández Rojo, María Mercedes Vera de 23 años de edad. Fernández Rojo salió en libertad en noviembre de 1963 a raíz de un decreto de amnistía y ya en libertad consiguió trabajo como encargado del comedor de la Confederación General del Trabajo (CGT). Posteriormente otro gobierno de turno –siempre proscripto Perón- lo acusó de estar implicado nuevamente en actividades terroristas en el marco de la “Cuarta Etapa del Plan de Lucha de la CGT”. Fue así que el 15 de noviembre de 1963, las autoridades policiales, allanaron el edificio central de la CGT buscando a Fernández Rojo, pero éste logró fugar. Al año siguiente lo acusaron de estar vinculado a un atentado explosivo en el Congreso Nacional.