“El Gaita”. “Gallego”. Tenía nacionalidad española. Había nacido en Orense el 8 de octubre de 1949. Su padre, mozo de un restaurante porteño afamado por sus papas fritas, guardaba simpatías por el franquismo. Ernesto hizo su colegio primario en Barracas y el bachillerato en San Telmo. Luego hace dos años de Abogacía y se pasa a Filosofía y Letras. Fue el segundo novio de otra militante que luego apostató ¡y cómo!: Patricia Bullrich. Al mismo tiempo estudia Teatro y para pagarse la carrera es mozo en el “Münich” de la calle Esmeralda, vende terrenos y es cajero en la casa central del Banco de Londres en Capital Federal. También es vendedor de libros en un local comercial del rubro. Decide irse a Europa con lo puesto para ver el mundo; allá vende juguetes en la calle, se las rebusca como cerrajero y luego de tener un romance abrazador con una italiana se vuelve a Buenos Aires en 1974 al tiempo que fallece Juan D. Perón. Militó en el barrio del Abasto, en la Unidad Básica “Raquel Liliana Gelín” de la Juventud Peronista, sita en Guardia Vieja y Gallo, hasta 1975. Se sumó a Montoneros. Ahora se ganaba la vida como intérprete-traductor en el Hotel Bristol de la calle Cerrito, donde alojó de incógnito a más de un compañero de la organización perseguido. Para entonces formó pareja con Mónica, una profesora de francés. Secuestrado-desaparecido el 23 de septiembre de 1976 en Capital Federal, cuando seguía resistiendo a la dictadura militar. Fue visto en Superintendencia de la Policía Federal antes de su asesinato. Desde Europa, Cándida, su sobrina y ahijada lo recuerda a este compañero, por lo que siempre dice su familia; que se trataba de “una persona maravillosa. Un ser bueno, noble, brillante y hermoso”.