Roberto
Baschetti

Ferreyra, Alberto César

Santiagueño de Añatuya. En esa ciudad cursó estudios primarios en la escuela “Julio Argentino Roca” y el secundario en el establecimiento educativo “San Alfonso de Ligorio”, donde en 1969 se recibió de Perito Mercantil-Bachiller Comercial. Luego se va a trabajar y estudiar a Tucumán. En tanto cursa en la UNT, Bioquímica y Farmacia, labora en la Municipalidad de la ciudad de San Miguel de Tucumán y forma parte de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), de la zona. También actúa a nivel barrial a favor de los sectores más desprotegidos de aquella sociedad. A la edad de 26 años, un 27 de agosto de 1976, es secuestrado en esa ciudad, en Pasaje Díaz Vélez y 20 de Junio, del barrio Bienestar. Se lo vio con vida en el penal de Villa Urquiza antes de su asesinato. Por ordenanza municipal del Concejo Deliberante de su ciudad natal, se designa como “Paseo de la Memoria Alberto César Ferreyra” a un camino de la ciudad de Añatuya. Por los juicios que ahora se llevan adelante se supo que sus hijos –“los hermanitos Ferreyra”- esperaron sentados en la vereda el retorno de su padre secuestrado. Dice Mirtha Ferreyra que cuando se lo llevaron a su progenitor ella tenía 3 años “y me aferré a sus piernas para que no se lo llevaran”. Durante el secuestro los policías robaron pertenencias y apelaron a la extorsión para que les dieran dinero. También declaró Elvio Ferreyra, hijo de Alberto, quien dirigiéndose a los acusados les dijo: “Estos son cobardes asesinos. ¿De qué guerra hablan?; hasta en la peor de ellas se entregan los cuerpos de los caídos en combate”. Al igual que su hermana el testigo contó que cuando eran niños intentaron suicidarse.