“Marquitos”. Nació en la ciudad de Córdoba Capital, el 3 de junio de 1952. Empezó en el Movimiento Nueva Argentina (MNA) filial Córdoba, luego pasó por la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la Facultad de Derecho y por Montoneros donde era conocido con el seudónimo de “Federico”. Como dirigente juvenil peronista descolló en la Seccional 13ª de Córdoba Capital; vivía en Barrio Yofre. Fue secuestrado-desaparecido junto a su esposa (María Isabel Luque. Ver su registro; ella aparece como secuestrada dos días más tarde) y su pequeño hijo Martín (luego entregado a sus abuelos); ocurrió el 23 de febrero de 1978 en Buenos Aires (Lanús Este), a la edad de 25 años, en tanto trabajaba en un taller mecánico. Fue visto antes de su muerte en el campo de concentración llamado “El Vesubio”. Marcos provenía de un hogar muy humilde. Su padre era un obrero ferroviario jubilado. Jorge Federico Watts, compañero de penurias de “Federico”, en su libro “Memoria del Infierno”, lo recuerda así: “La comida la servía un prisionero al que le decían Federico (Marcos Ferreyra). Oficiaba de ‘limpieza’ como se dice en la cárcel. Recogía los platos y jarros vacíos y hacía algunas tareas de limpieza propiamente dicha (…) A veces a la noche, este muchacho hablaba con los guardias en la cocina, especialmente con Fierro, que era el menos sanguinario, más parecido a un guardiacárcel relativamente ‘normal’. Alguna vez, escuchándolos hablar, nos parecía como asomarnos a esa realidad que había quedado afuera, que sabíamos que afuera seguía existiendo, pero que para nosotros se había acabado. Fierro hablaba con Federico de su padre, de algunas comidas en su casa, de la familia, de fútbol… retazos pequeños y aislados de esa normalidad que habíamos perdido. Federico también está desaparecido”.