Roberto
Baschetti

Ferreyra, María Irma

“La Negra”. “Negrita”. Había nacido el 3 de febrero de 1954 en Guaymallén, Mendoza, siendo la quinta hija, pero no la última, del matrimonio conformado por Lucio Wenceslao Ferreyra y María Ester Turinetto. A principios de 1957 con su familia se traslada a vivir a Paraná, Entre Ríos (Barrio Tiro Federal). Gustaba navegar en velero y tomar sol en el Rowing Club con sus amigos. María Irma fue una joven de una personalidad apasionada, asombrosamente inquieta, aventurera, no le temía a nada ni a nadie y siempre estaba dispuesta al cambio. Apasionada en todo lo que emprendía, brillante en sus estudios, inteligente y tenaz, difícilmente se quedaba callada cuando algo no le agradaba, sobre todo la injusticia, y este rasgo de su personalidad es lo que tiene que haber despertado en ella el poder de lucha por un país más justo, más equitativo, donde los que menos tenían pudieran adquirir no solo el conocimiento, sino el trabajo y la libertad de elegir, en un país lleno de oportunidades, pero donde unos pocos podían hacer a gusto. Le gustaba mucho la lectura (Ernesto Sábato) y la música (Joan Manuel Serrat). Amante de la naturaleza decide estudiar como carrera universitaria, Agronomía, en Entre Ríos. Allí se interioriza de los problemas estructurales de la facultad y se involucra de inmediato en pos de un cambio que permita al egresado en Ciencias Agropecuarias estar al servicio de nuestros campesinos, quienes no tenían acceso a créditos, ni a recursos y menos aún a asesoramiento gratuito. Defendiendo estos principios y como algo natural se suma a las filas de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y realiza un curso de ayuda en el campo destinado a pequeños productores. Muy inquieta en cuanto a las necesidades de la mujer de campo, que generalmente no había terminado los estudios primarios y estaba postergada por la tradición en esta sociedad, desde la Facultad de Agronomía, junto con la Facultad de Ciencias de la Educación, lanza un plan de alfabetización que abarcará a toda la provincia. Allí se toma real conciencia de lo que eran las multinacionales en nuestro país. A fines de 1975 con el país en caos, María Irma se muda a la capital santafesina con su compañero Omar Fernando Bravo (ver su registro) que ya había pasado a la clandestinidad, debido a la persecución de que era objeto en Diamante, su ciudad natal. El 23 de abril de 1976, fue suspendida como estudiante por el decano normalizador militar. Insegura y perseguida se muda nuevamente. Militante montonera como su compañero, cae conjuntamente con él, resistiendo en una casa ubicada en la calle Cullen 1617, de Rosario, el 7 de enero de 1977, cuando fue atacada por fuerzas militares artilladas. Al momento de fallecer dejó un bebé de un mes y medio de nombre Martín Fernando que hoy milita en HIJOS.