Era un estudiante secundario, delegado de curso en la escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano de Córdoba. Excelente alumno, generoso, buen compañero, deportista; querido y respetado por sus compañeros y profesores. Era integrante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y tenía tan sólo 16 años al momento de su secuestro el 27 de julio de 1976 en su casa paterna. El día 11 de agosto el cadáver de Claudio y de otro adolescente, aparecieron tirados en la calle, “totalmente destrozados a causa de las torturas, espantosamente lacerados”, recuerda desde Barcelona, su amiga Rosanna Nelli. En el colegio se “prohibió terminantemente” hablar sobre el tema y a todos los alumnos se les recomendó no asistir ni al velorio ni al entierro de Claudio Luis Román Forastelli. Diez compañeros, además de él, fueron secuestrados-desaparecidos de ese colegio cordobés durante la dictadura militar.