Nació en Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, el 20 de mayo de 1957. Obtuvo su título de bachiller en el colegio “Miguel Di Gerónimo”. Su hobby era la música; tocaba la guitarra y llegó a tener una orquesta con sus amigos. Mochilero viajó por el país y descubrió diferentes realidades sociales. Trabajó gratuitamente en barrios de menores recursos, como manera de devolverles la dignidad a sus habitantes. Estudiaba Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. “Riki” fue detenido-desaparecido junto a su amigo Sergio Antonio Martínez (Yoyi) el 10 de noviembre de 1978 y visto en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) antes de su desaparición definitiva. Se los llevaron de su departamento situado en Serrano 1745, barrio de Palermo. Peronista revolucionario, montonero, dejó escrito: “Quien no quiera que esto cambie, quien se deje llevar por las circunstancias favorables que están destinadas a ser momentáneas, quien se deje arrastrar por la comodidad de una vida fácil, sin compromisos, no cumplirá al final de sus días ni con él mismo. Por eso es necesario plantearnos de mil maneras diferentes que es lo que queremos para nosotros, para el pueblo que nos rodea. Y una vez convencidos, una vez claros, dedicarnos de lleno y por completo a ello”. Al cumplirse el 33º aniversario de su desaparición física, el 10 de noviembre de 2011, la Escuela Normal Superior (Unidad Académica Trenque Lauquen) denominó “Ricardo Alberto Frank” al Aula-Laboratorio de la institución. Más acá en el tiempo, el 10 de noviembre de 2018 su hermana Lidia escribió en el diario “La Opinión” de Trenque Lauquen: “40 largos años. Toda una vida (…) 40 años que nos convirtieron en luchadores, en testimoniantes y a veces en seres encerrados en un silencio aterrador. Cada uno transitó la vida como pudo. Nos llenaron de energías el ejemplo de los compañeros, así como la coherencia y constancia de las Madres. Siempre nos encontraron en la calle haciendo realidad eso del ‘codo a codo’. Hoy seguimos y seguiremos en los Tribunales exigiendo Justicia; en las marchas con sus banderas, en la Memoria… porque no olvidamos: una y otra vez sacamos a la luz sus nombres, los recordamos, los honramos. (…) ¡Hermano te abrazo! ¡Hasta la victoria!”.