Residente en Mar del Plata, estudiante de Agronomía. Militante universitaria peronista. En abril de 1976 fue operada de una desviación en la columna por lo que el post operatorio lo hizo en su casa inmovilizada por un yeso que iba desde la cintura hasta debajo de la rodilla. De allí fue secuestrada (calle Olavarría 4521), el 25 de agosto del mismo año por los marinos y alojada en la Base Naval de Mar del Plata. Un “habeas corpus” de su familia obligó al comandante de la Base Naval, Capitán de Navío Juan José Lombardo a declarar que Rosa Ana estaba detenida a disposición del Poder Ejecutivo “por encontrarse incursa en actividades subversivas”. Después el padre de ella, fue citado a la misma base el 31 de marzo de 1977. Allí, Lombardo, le dijo que Ana Rosa había sido muerta por sus propios compañeros en un enfrentamiento ocurrido el 8 del mismo mes y le entregó un papel donde se especificaba en que lugar del cementerio estaba enterrado el cadáver. Treinta días después, Roberto Frigerio, el padre, consiguió en el Registro Civil el certificado de defunción de su hija; la muerte se había producido por un “paro cardíaco, traumatismo cardiotoráxico”, un diagnóstico que sugiere muerte bajo tortura.