Roberto
Baschetti

Frigerio, Carlos Mario

Oriundo de Santa Rosa, La Pampa, donde nació el 16 de octubre de 1945. Era el más chico de cuatro hermanos criados en el ámbito de una familia tradicional y de muy buen pasar económico debido a la propiedad de unos campos. Trabajaba en el Centro Único de Procesamiento Estadístico de Datos (CUPED). Estudió Física en la Universidad. Venía de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y con la fusión pasó a militar en Montoneros donde llegó a ser secretario logístico de la Organización y se lo conocía con el sobrenombre de “Guido”, aunque para sus amigos más cercanos siempre fue “Carozo”. Su compañera de militancia, Mirta Clara, recuerda el día exacto. Fue un 24 de febrero de 1973, en un nuevo aniversario del primer triunfo electoral del peronismo en 1946. Los “faroles” decidieron conmemorar la fecha a su manera. “Carozo” Frigerio, “Candela” Mujica, Mirta Clara y otros compañeros entregaron delantales expropiados previamente, a los niños de una villa de emergencia: “Se acercaba el ingreso a la escuela y supimos que ellos no contaban con vestimenta apropiada, Todavía recuerdo la alegría de las mamás agigantándose, segundo a segundo, cuando vieron la ropa blanca, inmaculada, impecable y además unos juguetitos para sus hijos. Armaron una ronda bulliciosa en derredor nuestro. ¿Quién dijo que éramos rechazados por el Pueblo?”. El 19 de enero de 1977 fuerzas conjuntas dependientes del Comando del II° Cuerpo de Ejército rodearon la vivienda ubicada en la esquina de las calles Ituzaingó y Las Heras de la ciudad de Santa Fe. En el lugar se encontraban Ileana Beatriz “La Negra” Gómez, con sus dos chiquitos, Jorge Luis Piotti, Carlos Mario Frigerio y otro compañero apodado Cholo (Osvaldo Pascual Ziccardi), todos montoneros. La idea de los genocidas, como siempre, era que los ocupantes se rindieran para capturarlos con vida y despedazarlos luego en tiritas con el fin de lograr su delación y degradación. Pero he aquí que los compañeros decidieron resistir. Los varones sostuvieron la defensa de la vivienda en tanto Ileana protegía a sus hijos dentro de un placard entre varios colchones. Hubo un largo tiroteo hasta que los de adentro se quedaron sin balas. Muertos los hombres, Ileana salió al pasillo para evitar que siguieran disparando a donde estaban los chicos, con un arma en su mano, como para que quedara claro que con vida no se iba a entregar. En ese pasillo la mataron sin más. Ileana provenía de JUP-Arquitectura de La Plata y estaba unida en pareja a Piotti. Los niños fueron recuperados por su abuelo materno días más tarde. Los cuatro compañeros caídos fueron militantes que pelearon contra una de las dictaduras más siniestras y sangrientas del Cono Sur. Lucharon contra un modelo socio-económico salvajemente injusto y elitista. Fueron parte de una generación que entregó sus mejores mujeres y hombres por la lucha y re-construcción de un país soñado que alguna vez fue realidad, socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberano. Al morir Carlos Mario Frigerio tenía 31 años y tenía alojados en su pecho 31 balazos; uno por cada año de vida.