“Nono”. Hermano mellizo de Diego Ruy Frondizi (ver su registro) y sobrino del ex presidente de la República, Arturo Frondizi, del ex rector de la Universidad de Buenos Aires, Risieri Frondizi y del militante e intelectual de la izquierda revolucionaria Silvio Frondizi, asesinado por la Triple A. Marcelo falleció el domingo 24 de junio de 2018 a la edad de 68 años, por una descompensación física, luego de tomar parte de un plenario de organizaciones del Peronismo Revolucionario. Instantáneas de su velorio: “Las pecheras de las distintas juntas internas de ATE –Asociación de Trabajadores del Estado- rodean su cuerpo inerte. Una carta chiquita pero llena de colores y garabatos de su nieta con el destinatario clarito: ‘para mi Abuelo’. Una bandera palestina atraviesa la tapa del cajón, flanqueado por los bustos de Eva Perón y de Juan Domingo Perón. Banderas de Venezuela y Cuba decoran el salón ‘Germán Abdala’ en el subsuelo del edificio. Alrededor circulan los amigos y compañeros que el ‘Nono’ fue cosechando con el paso del tiempo”. En ATE Capital era secretario de acción política. También formó parte hasta su deceso de la Confederación de Trabajadores Argentinos (CTA. Allí era secretario de interior) y en los ’70, de las luchas contra las dictaduras desde la Juventud Peronista y el peronismo montonero como tantos otros jóvenes dispuestos a dar la vida por una sociedad más justa. Actualmente, debe recordarse, era el máximo referente de la “Agrupación Envar El Kadri” del Peronismo de Base. Carlos Aznares lo recuerda así: “Estuvimos en el exilio (Barcelona) donde continuó la lucha contra la última dictadura y retornó al país apenas se instaló la frágil democracia de 1983. Fue de esos militantes que siempre estuvieron al pie de los conflictos de su gremio, reivindicando un estilo de trabajo y conducción gremial que le ganó el odio de las patronales y los gobiernos derechistas y simultáneamente el cariño de sus compañeras y compañeros de trabajo. Aborrecía a la burocracia sindical y levantaba el ejemplo de inolvidables referentes como Agustín Tosco, Raimundo Ongaro y Jorge Di Pascuale, ejemplos de un gremialismo comprometido en defensa de la clase trabajadora. Hoy sin duda nos quedamos más solos, ya que Marcelo era un infaltable en cada movilización y en cada pelea contra la burguesía, el capitalismo y el imperialismo. Querido hermano de tantas luchas y tantas batallas por la liberación nacional y la patria socialista, este lunes cuando los obreros y obreras junto a los movimientos sociales corten las rutas y reivindiquen una nueva batalla contra el FMI y todas las lacras capitalistas, vos vas a estar marchando con todos nosotros, tu nombre se alzará como bandera de rebeldía y tenélo por seguro, que más temprano que tarde nos acompañarás en la victoria”. Yo, Roberto Baschetti también tuve el placer de conocerlo y tratarlo. Nos cruzamos en las grandes movilizaciones de principios de los ’70 y más acá en el tiempo, antes del 2001, en el desgraciado gobierno de De la Rúa cuando ambos en la Biblioteca Nacional frecuentábamos la olla popular que se hacía para dar de comer a nuestros compañeros trabajadores de la institución y a los vecinos del Hospital Rivadavia. Para ese entonces, el “Nono” era activo militante y fundador de la Corriente Patria Libre. También nos fundimos más de una vez en un abrazo al cruzarnos en alguna actividad cultural bajo la gestión bibliotecaria de Horacio González cinco o seis años atrás. Tenía cara colorada y de chinchudo pero escondía un corazón bondadoso que lo hacía estar siempre de lado de los débiles y en defensa de los necesitados. Nunca transó con el poder y siempre combatió la injusticia. Mi mejor recuerdo para él. Es y será uno de los imprescindibles.