“Yogui”. “Pingüino”. Nacido en Claraz, interior de Necochea, un 31 de enero de 1954. Estudió en el Colegio San José de Tandil. Las chicas de su entorno lo recuerdan como “muy seductor, tenía carisma. Era la época del jean ‘Lee’ y la remera “ChemiseLacoste’ y a él le gustaba vestir a la moda”. Pero un día hizo un click y cambió totalmente; despertándose en él una realidad distinta, en donde no todas las personas eran carilindas y felices como suponía, pero si había muchas injusticias como no suponía. 22 años, estudiante universitario en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Mar del Plata; allí militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), donde se caracterizó por su fuerte ideal de justicia. Montonero. Hermano de Amílcar Severo (ver su registro). Secuestrado-desaparecido en Mar del Plata, el 26 de octubre de 1976. Sus compañeros de facultad también lo recuerdan como un buen payador entre amigos; siempre cantaba la canción de Piero (“es un buen tipo mi viejo”) en honor a su padre y también gustaba de aquella frase de José Larralde “nadie salió a despedirme… sólo un perro…”. Me recuerdan que para sostener sus estudios trabajó en la conserjería del Hotel República ubicado en calles Córdoba y Belgrano de aquella ciudad balnearia.