Roberto
Baschetti

Gallego Soto, Julio

Nacido el 3 de noviembre de 1915 en Bermillo de Sayago, Zamora, España. Datos dados a conocer por Roberto Bardini de Bambú Press: “Llegó muy joven a Buenos Aires, donde cultivó la amistad de Raúl Scalabrini Ortiz. Integrante de una familia que se dedicaba a la importación de telas inglesas (especialidad en ropa blanca), se relacionó con Perón en 1943 y se convirtió, con apenas 28 años de edad, en su colaborador en las sombras durante tres décadas”. Y aunque esquivaba los puestos públicos, en 1946 fue un discreto asesor económico del ministro de Salud Pública, Ramón Carrillo y supo estar en el entorno del presidente del Banco Central, Miguel Miranda. Poco más tarde, en 1954 acompañó a Perón en visita oficial a Chile para suscribir un tratado de integración económica con el presidente trasandino Carlos Ibañez; al estar nuestro presidente ya viudo, pidió a la esposa de Gallego Soto, Sara Etchepare, que estuviera a su lado en las reuniones sociales. Inclusive fuentes bien informadas dicen que, en 1964, Julio Gallego Soto, intentó –desde el exterior- armar una fuerza propia adicta a Perón para invadir el noroeste de Argentina y crear un foco rebelde. Perón al saber que estaban involucrados en la maniobra legionarios españoles y franceses anti-degaullistas, y que la operación sería financiada por el magnate griego Aristóteles Sócrates Onassis, importador de tabaco turco y magnate naviero, abortó el proyecto inmediatamente. El periodista Rogelio “Pajarito” García Lupo afirma que “Julio Gallego Soto fue agente de Perón para las operaciones confidenciales de mayor riesgo. Conocía las cuentas numeradas de los bancos de New York, Barcelona, Montevideo y París, donde era mayor la discreción y también podía reconstruir de memoria la historia de los contradocumentos y las transferencias de fondos que respaldaban los pactos políticos del jefe del justicialismo. Gallego Soto fue un eximio conspirador que construyó como una obra de arte su bajo perfil, a pesar de haber vivido momentos históricos junto a Perón o por cuenta de Perón”. Su vida se cortó abruptamente a los 61 años de edad. El 7 de julio de 1977, agentes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército, lo secuestraron con el fin de averiguar “conexiones financieras con la subversión”. Nunca más apareció con vida. En mi archivo pude encontrar una carta fechada en Madrid el 10 de junio de 1964. Perón se la envía a “mi querido amigo Don Julio Gallego Soto” y le confía su retorno a la patria: “Con referencia a su inquietud y su pregunta sobre mi probable regreso al país, deseo informarle que he prometido al Movimiento Peronista que he de regresar durante el año de 1964 y que he de cumplir mi palabra en cualquier forma” (subrayado en el original).