Roberto
Baschetti

García, Carlos

Su padre era encargado de un edificio en el cruce de las avenidas Callao y Santa Fe y de allí se lo llevaron. Carlos García fue militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) donde desarrollaba, desde el colegio (Instituto San Bartolomé, barrio de Boedo; siete compañeros “desaparecidos”), con la comunidad educativa y el centro de estudiantes una labor integrativa y superadora para todos; inclusive trabajaban en diferentes barrios (Ingeniero Budge, San Martín, La Quema en Parque Patricios, detrás de la cancha de Huracán) ayudando y organizando a la gente: repartían medicinas, acondicionaban sitios, refaccionaban casas. Al concluir la secundaria se sumó a la Juventud Peronista (JP) de Boedo, siempre en acción social. Secuestrado en su domicilio a fines de 1977, cuando cinco hombres vestidos de civil armados, entraron a la casa sin necesidad de forcejear, revisando los cuartos y llevándoselo detenido para una supuesta averiguación de antecedentes. Como siempre se robaron todo lo que pudieron. Su familia buscó, pero no supo nada de él. Alojado en cautiverio en la Mansión Seré, campo de concentración de la Fuerza Aérea ubicado en Castelar, provincia de Buenos Aires, fue torturado y padeció simulacros de fusilamiento; de allí escapó el 24 de marzo de 1978 conjuntamente con Guillermo Fernández (ver su registro) y dos compañeros más; luego de cinco meses y medio de cautiverio clandestino e ilegal, en su caso. La familia de García, la primera noticia que tuvieron de Carlos, fue un llamado de él, para que lo fueran a buscar –ya fugado-, dejando las coordenadas de las calles donde lo encontrarían y pidiendo que llevaran ropa. El padre relató que estaba escondido en una casa en construcción, cree, qué en San Antonio de Padua, y que lo encontró junto a otros chicos. Una semana después de la fuga, Carlos García se exilió en España, país donde residió durante 35 años hasta su regreso. Decidió volver por su familia y por el momento político que se estaba viviendo nuevamente en Argentina. No hace mucho tiempo atrás salió un libro relatando el escape, escrito por otro de los fugados (“Pase libre. La fuga de la Mansión Seré”. Claudio Tamburrini) y se realizó una película, “Crónica de una fuga” de Adrián Caetano que García presenta en escuelas secundarias y universidades, como un disparador para organizar charlas. Actualmente milita en la Asociación de Ex Presos Políticos. En la foto que ilustra esta reseña, abrazado fraternalmente con nuestra presidente de la República –Cristina Fernández de Kirchner- en Mansión Seré, cuando este lugar se convirtió en un espacio para la Memoria y la Cultura.