“Lala”. Nacida en Guaminí, provincia de Buenos Aires, el 14 de febrero de 1920. Tuvo dos hijos, una parejita; la mujer –María del Rosario, Charito- se casó con el escritor, historiador e investigador Enrique Pavón Pereyra, biógrafo de Juan Domingo Perón. García Marín adhirió al peronismo desde la primera hora. Y fue una militante más para lograr el voto femenino como un derecho y una obligación para todas las argentinas; recuérdese, una campaña liderada por Eva Perón. Triunfante la revolución retardaría y gorila que dio fin a la primera experiencia peronista, el 16 de septiembre de 1955, Lala fue detenida y trasladada a la Correccional de Mujeres (Calles Humberto I y Defensa. Capital Federal) por el solo hecho de ser peronista. Estuvo varios meses detenida. Con el resto de su familia, una vez liberada, se sumó a la Resistencia Peronista. Y nuevamente fue a parar con su humanidad a la cárcel luego de la sublevación fallida del general Juan José Valle el 8 de junio de 1956. Pasó por Olmos, Santa Rosa y Concordia entre otras mazmorras. En total durante su existencia estuvo 8 años presa. Cuando el Partido Justicialista volvió a ser legalizado en 1972, integró el Consejo Superior del mismo, en representación de la Rama Femenina del Movimiento. Y se subió al chárter que trajo de regreso al Líder desde España, luego de 18 años de injusto exilio en aquel mismo año. Falleció a los 95 años de edad, el 1° de enero de 2015 en esta ciudad de Buenos Aires. La fotografía que ilustra esta nota muestra a nuestra militante peronista en una arenga pública durante su juventud.