“Ñaño”. Líder sindical indiscutido, era Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Formosa y fue impulsor de los juicios por delitos de lesa humanidad en aquella provincia. Defensor de los pueblos originarios, fue un tipo generoso y solidario con todos. Siempre fue al frente y siempre peleó por lo que consideró justo. Falleció el 2 de octubre de 2010. Militante popular en los ´70 en la Juventud Peronista. Por tal razón conoció la cárcel y la tortura en el Regimiento 29 de Infantería de Monte. Un Consejo de Guerra lo condenó a 25 años de prisión recomendando “que aún cumpliendo la condena no sea liberado”. Así se lo recuerda: “Ñaño es el arquetipo de militante solidario, reflexivo, callado pero que levantó su voz en defensa de sus ideales y del Peronismo, un tipo que esos que no se repiten fácilmente en nuestra sociedad, pero su ejemplo de lucha y coherencia será recordado por todos los compañeros que seguiremos el camino de la humildad y de la mano siempre tendida. Tuve el alto honor de ser su abogado-querellante en las causas por violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura militar. Ahora y Siempre ¡¡¡Ñaño estará presente!!!”. Y siguiendo con las emociones, dirá otro compañero de militancia: “Vengo de su velorio, lleno de lágrimas de rostros cobrizos, de trabajadores que hoy están un poco más solos. Querido Ñaño… hoy la tierra llora (…) Se nos fue un compañero que demostró con su ejemplo que ser peronista no significa ser obsecuente. Siempre desde el peronismo criticó y propuso alternativas en favor de los trabajadores”. Y está todo dicho.