Los memoriosos de Banfield y su zona de influencia lo reivindican como un pibe joven de tan solo 16 años, que perdió su vida en la jornada del 25 de mayo de 1973; bien en las escaramuzas con las fuerzas armadas de la Marina de Guerra acantonadas detrás de la Casa de Gobierno antes que asumiera Cámpora o quizá en la balacera que se conformó alrededor de la Cárcel de Villa Devoto cuando una multitud pedía por la inmediata libertad de los presos políticos. Sea en uno u otro episodio, las crónicas periodísticas no cubren este caso concreto, (salvo el diario zonal “La Unión”, que cuenta que sus restos recibirán sepultura en el cementerio de Lomas de Zamora). El sacerdote tercermundista Carlos Mugica, leyó un sentido responso en su entierro. Pero evidentemente Gavio fue asesinado porque inmediatamente en Banfield –concretamente en la localidad de Pablo Posta- los compañeros le pusieron a una Unidad Básica “Germán Gavio”, ya que como no podía ser de otra manera el muchachito era peronista desde la cuna. Además, inauguraron una plazoleta con su nombre. Inclusive el compañero Ángel Galíndez rememora que herido de muerte Gavio, la Juventud Peronista de Lomas de Zamora acudió al Hospital Argerich donde se lo internó (tenía una herida con orificio de salida de proyectil de 9mm. en la cabeza) para donar sangre y hacer guardia de protección, pero el muchachito falleció seis días después. Claudio Méndez, amigo y compañero de colegio de Gavio en la Escuela Normal “Antonio Mentruyt” de Banfield, desde su casa en Venezuela me escribe: “Germán era fana de Boca y yo de River. Así que imagináte las ‘terribles peleas’ que teníamos por el fútbol. Estudiamos juntos hasta segundo año (1971) cuando él repitió y yo pasé a tercero, a pesar de lo cual seguimos en contacto. Nunca voy a olvidar que la tarde anterior al 25 de mayo de 1973, que fue efectivamente el día que lo hirieron de muerte, su división salió del colegio una hora antes y él pasó por nuestro salón y se despidió de mi a la distancia con el saludo característico de los brazos arriba de Perón y una gran sonrisa; seguramente burlándose, porque él ya se iba del colegio. Tampoco voy a olvidar su velorio que se realizó en su casa –vivía enfrente de la cancha de Banfield- porque fue la primera persona que en realidad yo quería y se me moría. Nada menos”. Gavio, era socio de Banfield con el carnet N° 11.713 teniendo inclusive la cuota paga de mayo del ’73. Allí practicaba deportes e iba a ver al “Taladro” cuando jugaba de local. Ahora, el 3 de octubre de 2019, socios e hinchas del club lo re-asociarán al mismo, como muestra de homenaje a su vida y su trayectoria. Será un reconocimiento para él y para otros 10 secuestrados-desaparecidos-asesinados banfileños, por las dictaduras militares que asolaron nuestro país.