“Poroto”. “Nene”. Nació en Colonia Elisa, Chaco, el 6 de mayo de 1942. Sus abuelos austríacos y alemanes, fueron unos de los primeros colonos de esa localidad agrícola chaqueña. Su mujer, Luisa Exaltación Cordero, cuenta lo siguiente: “A Gerardo lo secuestraron el 16 de noviembre de 1976, en los Laboratorios Lepetit, en Capital Federal (Av. Coronel Roca 6254. Villa Riachuelo), donde trabajaba. Los secuestradores se presentaron como de la Superintendencia de Coordinación Federal y de la Comisaría 48º y se lo llevaron. Gerardo fue visto detenido en Coordinación Federal, por Jorge Leiva, un amigo y vecino suyo de barrio, que trabajaba en esa dependencia policial. Él me dijo que vaya y me presente, para que me lo dejaran ver y me dijeran porque estaba detenido. Me atendieron por una ventanita, me dijeron ‘Acá no se tiene a nadie detenido’ y cerraron la ventanita (…) Gerardo militaba en la Juventud Peronista. Cuando no trabajaba iba a los barrios, sobre todo al de Fiorito, para enseñarle a la gente a hacer veredas, salir del barro, a hablar con ellos, concientizarlos, porque a él le gustaba que la gente progrese. Sus compañeros de trabajo en Lepetit lo querían muchísimo por su forma de ser y querían que fuera delegado, pero él nunca aceptó, porque era tan recto, tan transparente, que pensaba que ser delegado lo sumiría en una contradicción de ideas. También en el barrio de Fiorito lo querían… tenían adoración por él (…) Hacía gala de una gran paz interior, nunca iba a decir una palabra fuera de lugar. La frase que siempre repetía era: ‘Con la mente fría y el corazón caliente’. Era muy inteligente. Una luz. Si bien tuvimos la posibilidad de refugiarnos en el interior del país, él se negaba y me decía que no se iba porque no había hecho nada malo”. Lorenzo Gerardo Gerzel tenía 34 años al momento de su desaparición. Por otro lado, “Lomas de Zamora tiene Memoria” es un baldosón vertical en homenaje a los “desaparecidos” del barrio proletario de Villa Fiorito y fue ubicado en noviembre de 2015 entre los bustos de Perón y Evita ya existentes, en la estación del ferrocarril Belgrano Sur del lugar. Allí está su nombre para siempre en la memoria de su pueblo, gracias a los impulsores del homenaje: Antonio Jorge “Cubito” Amarilla y Domingo López sus compañeros de militancia en aquella época. El homenaje es una realización más de “Barrios por Memoria y Justicia de Lomas”, nos aclara el vecino Saúl Sandoval.