Nacido en Godoy Cruz, Mendoza, un 4 de agosto de 1943. “Camello” le decían porque tomaba mucha agua. Tenía 33 años. Empleado en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA) donde era delegado gremial. Militante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP) y Montoneros. Arrestado su domicilio de Amengual 755, Godoy Cruz, Mendoza, el 11 de febrero de 1976, (otros dicen el 9 de febrero), Barrio SOEVA Sur. Si alguien pregunta a su hermano, Oscar Gil, que recuerda de Miguel Ángel, sonríe y recuerda cuando su hermano mayor le prestaba el auto para salir con alguna noviecita, porque era de “manos abiertas”, un tipo “buenazo”. Y hay otra palabra más que usa su hermano menor para describirlo: “Robusto” ya que era buen deportista y en el barrio siempre lo iban a buscar para los partidos importantes. Él gustaba del fútbol; era hincha de Talleres y del Racing Club. En su gusto por la ropa como por la música folclórica prefería lo clásico: camisa, pantalón de vestir, zapatos, Zitarrosa y Los Chalchaleros. Susana O. una compañera de militancia e infortunio, recuerda el fin que tuvo el 21 de febrero del mismo año ‘76. “En el otro extremo había una celda más grande que el resto, en donde hacían las torturas de conjunto, pirámides humanas, por ejemplo. En una de ellas quedó debajo de todos Miguel Ángel Gil y salió tan deteriorado que no se pudo recuperar, muriendo días más tarde”. Otro testigo de aquel hecho y que estuvo en esa misma pirámide humana es el compañero Guido Actis que lo recordó mediante un twitter. Lo detuvo y participó del trágico fin de Miguel Ángel Gil, el Inspector de la Policía de Mendoza, Eduardo Smaha Borzuk, quien se retiró como Comisario Mayor de la institución en 1996 y luego puso una agencia privada de seguridad.