Roberto
Baschetti

Girondo, Alberto Eduardo

“Mateo”. Nacido en Buenos Aires el 28 de enero de 1944. Hombre de vasta cultura y parte de una familia de abolengo. El apellido de su madre era Alcorta. Trabajó legalmente en la empresa “Bullrich S.A.” Casado en primeras nupcias con María Mercedes “Mecha” Bogliolo (ver su registro). Tuvieron 2 hijos: Marina y Lucio. Integró en 1970 parte de la Juventud Peronista de Vicente López. Formó primero parte de la guerrilla peronista de “Descamisados”. Luego, en 1973, fue integrante de una Unidad Básica de Combate (UBC) en la zona de San Isidro, y por sus aptitudes para el combate, Oficial Primero Montonero y Jefe Militar de la Columna Capital. Según una página de inteligencia de represores, tuvo que ver con las muertes de los sindicalistas Augusto Timoteo Vandor (1969), José Alonso (1970) y José Ignacio Rucci (1973). Con el atentado contra el yate “Biguá” del comandante en Jefe de la Marina (1972) y con la destrucción del edificio del Centro Naval de Tigre en septiembre de ese mismo año. Año en el que también con otro compañero secuestraron a un empresario de la Phillips –en conflicto con su personal- y fue el encargado de cobrar el rescate. En 1973 formó parte de una Unidad Sindical en la Columna Norte montonera (ver más adelante). El 19 de septiembre de 1974 formó parte del secuestro de los hermanos Born y el 1° de noviembre de ese mismo año del atentado en que perdió la vida el Comisario General Villar y su esposa. Es capturado el 15 de mayo de 1977 en Parque Chacabuco; primero intentó escapar, pero fue herido en la pierna izquierda por disparos de armas de fuego. Reducido fue llevado al CCD Escuela de la Armada (ESMA). Increíblemente cuando ya lo iban a matar luego de padecer torturas y estando separado del resto en un habitáculo, “Mateo” comienza a delirar por la fiebre hablando en francés. Un oficial de Marina se percata de ello y lo recupera físicamente para sumarlo al proyecto de Massera y queda encargado de leer y procesar todas las noticias internacionales en idioma galo que llegaban al lugar. Luego él es liberado y viaja a Francia el 19 de enero de 1979. Allí residió durante décadas y rearmó su vida con una nueva pareja francesa y trabajó en una editorial. Actuó desde Europa y de muchas maneras para acusar a los represores argentinos. Por ejemplo, el 13 de agosto de 1982, envió a la Comisión de DD.HH. de las Naciones Unidas, en Suiza, un documento de 37 fojas, titulado “Testimonio sobre el Centro de Detención Secreto de la Escuela de Mecánica de la Armada” donde hace referencia a los malos tratos y las torturas que soportaban los detenidos por las FF.AA. nativas. Me ha llegado ahora la noticia que ya mayor y en Buenos Aires, falleció en un geriátrico en la primavera de 2018. Cabe acotar, que cuando se sumó a Montoneros y como era norma en la organización, socializó sus ingresos y riquezas, entregando a la misma, una gruesa suma de dinero proveniente de su herencia, unos campos ubicados en Pehuajó, provincia de Buenos Aires. El editor Luis Fux, compañero de militancia, me acerca una semblanza de Girondo: “El Flaco Mateo era un compañero desgarbado, cauteloso, con una presencia casi aristocrática. Un cuadro serio, de esos compañeros con poca ‘calle’ pero de mucha formación. Era alguien al que lo veías y ya lo querías: solidario, formal, esos tipos reflexivos. Teníamos una relación entrañable. Estuvimos mucho tiempo juntos, en ‘Norte’, incluso cuando se armó la estructura sindical. Recuerdo que ante mi carácter explosivo siempre tendía a tratar de calmar los ánimos. Un compañerazo en todo sentido”.