Roberto
Baschetti

Gómez Estigarribia, Raúl Eduardo

“Simón” y “Ñaró” por el toro Ñaro, toro bravo si lo había. Hijo de maestros. Nació el 7 de febrero de 1943 en Goya, Corrientes. Estaba casado con Ester Otilia Escobar –docente en Batel, departamento de Lavalle- desde 1967, cuando tenía 25 años y ella 23; habían estado tres años de novios. En Goya, él (también maestro, director de escuela) y otros compañeros, trabajaban la tierra en lo que ellos llamaban “una chacra socializada”, sostenida económicamente con los sueldos docentes que ellos percibían. Así fue que fundaron el Movimiento Rural de Acción Agraria, antecedente inmediato a la conformación de las Ligas Agrarias, de las que toman parte activa, siendo él delegado de dichas ligas en Corrientes. Perseguidos por la dictadura del general Lanusse, él trabajó en un hotel y ella de modista. Vuelta la democracia, luego de las elecciones del 11 de marzo de 1973, ambos recuperaron sus lugares de trabajo y empezaron a combinar educación con otros servicios sociales como enfermería comunitaria y la enseñanza de oficios. También la lectura y enseñanzas del pedagogo brasileño Paulo Freire. Oficial montonero, conducción de la Regional Nordeste. “Ñaro” participa del ataque al Regimiento de Formosa (5-10-75) como jefe de uno de los pelotones de combate. Herido en el tórax es evacuado por sus compañeros y operado en una posta sanitaria de la organización guerrillera peronista. Una vez curado de sus heridas se suma nuevamente a la resistencia. En 1976 la cosa se puso pesada y volvió a la clandestinidad. Se alejó de su mujer para que a ella no le pasara nada malo, pero antes de irse le dejó el anillo con el que se habían casado por si necesitaba comprar leche para sus dos hijos pequeños. Según un parte del II° Cuerpo de Ejército, en un operativo de control de personas, fue abatido al resistirse por la policía provincial. Ocurrió el 13 de febrero de 1977 en Corzuela, provincia de Chaco. Pero fuentes bien informadas aseveran que fue detenido cinco días antes -8 de febrero- y luego si asesinado para aquella fecha de un itakazo. Leopoldo Jordán, que tenía un aserradero en Machagai, es detenido por ser dueño de la parcela donde se iba a esconder el Ñaro. Es torturado y la dictadura se apropia de todos sus bienes, a punto que su esposa e hijos debieron vivir de la asistencia. Con la vuelta de la democracia su esposa y sus hijos fueron a Corzuela y los lugareños le hicieron un homenaje muy lindo al Ñaró, donde participaron alumnos y profesores de escuelas, confeccionando inclusive un video con su vida. Y en 2015 se inauguró una escultura dedicada a él. En el libro “Historias chiquitas que cuentan la historia grande” coordinado por la correntina goyense Mabel Fernández: se cuenta que luego de saber de la muerte de su hijo Eduardo, Ana pegó en su Diario (27-2-77), un papelito amarillo que había guardado amorosamente, en él, Eduardo había escrito hacía unos años, un juramento: “ … Juro: que como correntino sabré aguantar con entereza lo que venga. Andaré a cielo abierto sin vallas para mis sueños y pensamientos. Tendré coraje para vivir de acuerdo a mis convicciones, sin tapujos ni falsa vergüenza y también para gozar la vida, tomar buen vino y gritar mi dolor cuando duela y mi alegría cuando cante. … Juro que habré de ser útil, agradable y de ser posible, bueno, que no siempre es posible serlo. Haré del sano humor y de la honesta alegría una norma de vida para enseñar cantando y convencer sonriendo, que la vida vale la pena de ser vivida cuando algo sano la inspira”. Su hermana Ana Mercedes (Ketty) cuenta que cuando la cosa se puso fulera le dijo a su hermano porque no se iba y él, le contestó: “Bueno, alguien lo tiene que hacer. Si nos vamos todos, ¿quién queda?”. Pedro Pablo Romero, secretario general de las Ligas Agrarias de Corrientes recuerda que Ñaró “no era campesino de origen, pero se compenetró con la gente del campo y sus luchas; era un compañero formador de conciencia social” nada menos. Y prosigue: “era un compañero que te ayudaba a analizar y convencerte de hacer lo que era más conveniente para el conjunto. Tenía un gran nivel de compromiso, solidaridad y sensibilidad”.