“Joselo”. Nació en San Justo, Santa Fe, un 6 de junio de 1956. Era el mayor de tres hermanos, hijo de una familia de trabajadores ya que su padre era obrero en la alimenticia SanCor, y su madre tenía una pequeña mercería para ayudar a la economía familiar. Su secundario lo terminó con el título de Bachiller con Orientación Pedagógica. Fue un muchacho que se destacó por su gran generosidad y su carisma para llegar a la gente. Líder innato, siempre puso de manifiesto su vocación para ayudar a quienes más lo necesitaban. Futbolero, llegó a jugar en la reserva del Club Colón de San Justo; debió dejar para ir a estudiar Ingeniería en Construcción a la Universidad Tecnológica Nacional, en Santa Fe capital. Allí comenzó su militancia en la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Pese a la ferocidad desarrollada y puesta de manifiesto en más de una ocasión por la dictadura militar, entronizada el 24 de marzo de 1976, siguió adelante, firme en sus convicciones. Ahí estuvo, el 1º de mayo de ese año en un acto relámpago que se hizo en la calle Junín y las vías (calle San Luis) “dando muestras de que la nueva resistencia peronista no le iba a ceder fácilmente la calle y los espacios de lucha a los milicos asesinos” dirá su compañero y amigo “El Pato”. Fue Peronista. Murió Montonero. Caído en combate el 24 de marzo de 1977 (justo a un año del golpe), en un enfrentamiento en el barrio Guadalupe de la ciudad de Santa Fe. (Con él cayeron Silvia Wollert y Norma Esther Meurzet. Ver sus registros). Cierra esta crónica nuevamente la escritura de “El Pato” cuando dice que José Luis Gómez “fue un tipo bárbaro con el que me unía un afecto de hermano y hoy y siempre lo recuerdo con el coraje de haber entregado su vida por una lucha que asumía como justa, con un objetivo noble de lograr esa Patria Justa, Libre y soberana. Yo se que él andará diciendo por ahí: ¡Libres o Muertos, jamás Esclavos! ¡Viva la Patria!”.