Roberto
Baschetti

González, Manuel Elías

El “Cholo” / “El Negro” González nació el 21 de junio de 1933 en Córdoba capital. Casado con Angélica Contrera tuvieron dos hijas. Dirigente gremial y operario en CIDEC una fábrica de la avenida Vergara 1850 en Morón, provincia de Buenos Aires. Y también en FATICA. Pero sus antecedentes son bastantes curiosos. Desde 1952 y hasta 1961 fue agente de la Policía Federal. Y desde 1964 trabajó en la agencia privada de investigaciones “Organización Americana” cuyos dueños eran los inspectores retirados Carlos Tapia y Jorge Decornellis. En 1972 comienza a militar en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y está en el grupo armado que ejecuta al secretario general del Sindicato de Mecánicos (SMATA) relacionado con la Central de Inteligencia Americana (CIA); el burócrata Henry Kloosterman y en otro que a mediados de 1973 asalta la fábrica de armas Batán. Luego por una discusión política rompe con las FAP y se integra a Montoneros, esto ocurre, para principios de 1974. Con otros dos compañeros (Raúl y Alberto) atacan la comisaría de Villa Tesei, tirotean la de Udaondo (Parque Leloir) en Castelar, las subcomisarías de Barrio Luna en Hurlingham y de Barrio Agüero en Morón, el destacamento de camineros de la Ruta 3 y Camino de Cintura y otro parecido en Haedo. También desarma en acciones aisladas a dos agentes, uno en la intersección de las calles García y Mendoza de Morón y otro en el Barrio Las Antenas, en Villa Tesei. Parece que para 1975, González, pasa a integrar la Agrupación 26 de Julio sin dejar Montoneros. Es secuestrado por el Ejército el 5 de septiembre de 1977 y su legajo “subversivo” e interrogatorio lleva el nombre clave de “E 24”. En los registros de la Comisión Nacional sobre la desaparición de Personas (CONADEP) dice que fue secuestrado-desaparecido antes, el 5 de agosto de 1977, en Eustaquio Frías 132, Sindicato del Cuero. Puede ser que para esta fecha lo haya secuestrado otra Fuerza y luego se lo pasó a Ejército. Una de sus hijas, Analía Mabel, la menor, de profesión enfermera, me hace llegar una larga reseña sobre su padre, de la cual extraigo: “Cuando papá ‘desapareció’ yo tenía 10 años. Se lo llevaron al salir de la Federación Argentina de Trabajadores de la Industria del Cuero y Afines (FATICA). Fue un padre amoroso, generoso con nosotras y con cualquiera que se acercara a pedir ayuda. Mi mamá solía decir que a veces mi casa era como la Iglesia de San Cayetano, porque iba mucha gente del barrio a pedirle ayuda. Amaba leer, le gustaba escuchar música. Yo milito en HIJOS de La Matanza y en el año 2017 pusimos una placa en nuestra casa de Isidro Casanova, que aún conservamos. En su gremio, anualmente se realiza un campeonato de fútbol y en aquel mismo año (2017) el torneo llevó el nombre de papá y además me entregaron una placa”.