Estudiante de Derecho y Ciencias Económicas. Marta Juana González de Baronetto nació el 5 de mayo de 1950 en Guasapampa, Departamento Minas, provincia de Córdoba. Siendo aún niña, su familia se radicó en el barrio Villa El Libertador de la capital cordobesa. Allí trabajó –ya más grande- para pagarse sus estudios de magisterio. Ya docente, como maestra se desempeñó en la escuela “San José Obrero”, la escuelita del tranvía de su barrio. También trabajó en las tareas de alfabetización impulsadas desde la Parroquia, donde era catequista. Desde allí inserta en el movimiento juvenil de la misma, participó en las movilizaciones de las Comunidades Cristianas de Córdoba en 1972 y en las largas luchas vecinales que lograron en 1974, hacer llegar el agua corriente a esa populosa barriada del Sur de Córdoba. De familia peronista se enroló “en la gloriosa J.P.” y a partir del triunfo popular del 11 de marzo de 1973 cientos de proyectos la tuvieron como mentora (Por ejemplo: que se instalara el Jardín Maternal “Evita” para que las madres pudieran trabajar en el servicio doméstico; lograr que el transporte público se metiera en las calles sin asfalto del barrio con el fin de que sus pobladores no quedaran incomunicados). Pero la traición desvirtuó los postulados de liberación nacional soñados y Marta se sumó al proyecto del Partido Peronista Auténtico, que, motorizado por Montoneros, pretendía recuperar las banderas históricas del Peronismo. Fue detenida en agosto de 1975 –bajo la gestión del Brigadier Lacabanne- cuando tenía una hija de 8 meses (Mariana Sol) y venía otro en camino (Lucas Ariel) al que no pudo amamantar y al que parió antes en condiciones infrahumanas, vendada, atada y esposada a la cama. Al respecto, su esposo y ex detenido político, aseguró qué a Marta, mientras la picaneaban luego de dar a luz, le hacían tocar unos dedos y le decían que eran de la manito que le habían cortado al bebé apenas nacido. En la tarde del 11 de octubre de 1976 fue sacada de la cárcel y fusilada por las fuerzas dictatoriales y represivas del pueblo argentino. Como siempre un comunicado del Ejército firmado por el entonces coronel Vicente Meli, habló de un intento de fuga frustrado y “un tiroteo con civiles en la calle Guido entre Amado Nervo y 6 de Septiembre”. Una burda excusa, mentirosa, además, si se tiene en cuenta que la intersección de Guido y 6 de septiembre no existe, y la primera calle, en ese tramo es intransitable. Un ex alumno de Marta Juana González, Raúl Barreto, aún la recuerda de la mejor manera: “Detrás de ese guardapolvo blanco estaba nuestra compinche, que nos enseñó que por sobre todas las cosas, estaba la humildad, el respeto al prójimo y la amistad”.