“Martín”. Mendocino, nacido el 26 de octubre de 1954. Empleado, casado desde los 19 años, un hijo y luego separado. De jovencito, en el Colegio Don Bosco participa de las actividades comunitarias de la Iglesia. El secundario –incompleto, dejó en 4º año- lo hizo en el Universitario Central Nocturno. Participó del Centro de Estudiantes y estuvo en la lucha por el boleto estudiantil y la toma de colegios con fines reivindicativos. Comenzó actuando en la extrema derecha pensando que era el medio apropiado para cambiar las cosas que consideraba injustas. Se desencantó rápidamente. Como mochilero en 1970, se fue al Sur descubriendo un mundo nuevo. Esa manera de vivir y sentir hizo que conociera a Camilo, un joven chileno de izquierda –también mochilero- que cuando cayó Salvador Allende en 1973, alojó en su casa todo el tiempo que fue necesario. Trabajó en una imprenta que le instaló su padre en Cutral-Có, provincia de Neuquén. Se casó en abril de 1975 y ya en noviembre de 1976 se volvió a Mendoza. Se instaló en la calle Paso de los Andes; adelante vivían sus suegros y él con su pareja en el fondo en un departamentito. Allí habitó unos tres meses, pero desavenencias en el trato diario lo llevaron a separase. Empezó a trabajar en Construcción, en la Casa de Gobierno provincial e intensificó su compromiso político. Se sintió peronista y asumió los principios y las banderas de lucha de los Montoneros. Se fue a vivir con un compañero (Osvaldo Sabino Rosales. Ver su registro) a un departamento en el Barrio Bancario de Dorrego. Quienes lo conocieron lo recuerdan por su buen carácter permanente, ya que era tranquilo y muy sociable. En las calles Francisco Álvarez y Zeballos del barrio antes mencionado (en Guaymallén, Mendoza), encontró la muerte cuando cercado, decidió no entregarse con vida. Fue el 16 de enero de 1977. Tenía 22 años.