Roberto
Baschetti

Grano, Domingo

Nació un 3 de octubre de 1932 en Zárate, provincia de Buenos Aires. Formó su familia junto a Celia Pinto de Grano, con quien desde muy jóvenes tuvieron dos hijos. De oficio mecánico y constructor, ya tempranamente Domingo trabajó en distintos centros fabriles de Zárate, Campana y en otras regiones del país. También comenzó a participar del fuero sindical, tanto en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) como en la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), en función de los ámbitos adonde se desempeñaba. Habiendo laborado en Dálmine-Siderca, al momento de su secuestro y desaparición se encontraba trabajando en el Frigorífico recuperado de la “Cooperativa Martín Fierro” en Zárate. A la vez también que poseía un taller de motos en la zona céntrica de la Ciudad (Moto Primo). De formación y experiencia peronista, su participación en diversos paros y movilizaciones en la zona, les zanjó tanto a él y a sus compañeros diversos enemigos, en el orden patronal de las empresas y en el mismo orden sindical por parte de la burocracia en connivencia con las primeras. La madrugada del 23 de enero de 1978 un grupo de personas vestidas de civil se presentó en el domicilio de Domingo, en calle Güemes 1093 en Barrio Villa Massoni, de Zárate, golpeando fuertemente la puerta de entrada. Dos personas si bien de civil, fuertemente armadas le manifestaron que habían robado motos en el negocio en el que él trabajaba, y que era necesario trasladarse hasta allí para verificar que había pasado y ver el material supuestamente faltante. Ante esto, Domingo se vistió y se fue junto con ellos, diciéndole a su familia que volvería. Lo subieron a un auto en forma rápida y nunca más regresó. Quedó luego claro que se trataba de un secuestro ilegal por parte de los grupos represivos, que hacía tiempo venían siguiendo y persiguiendo a Domingo y al resto de sus compañeros. Dos de esos compañeros también serían secuestrados en dicha madrugada: Roberto José Puppo y Armando Antonio Budano. También trabajadores del Frigorífico. Su mujer, Celia, presentó una gran cantidad de denuncias, tanto ante la comisaría local, cuarteles militares y dependencias judiciales, sin resultado positivo alguno.