La “Colorada” Gruszka, nació el 26 de noviembre de 1942. Asistente Social, además estudiaba Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Según los organismos de seguridad tuvo instrucción militar en Cuba. Participó de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y fue la compañera de Arturo Felipe Lewinger hasta el deceso de éste. Ya para entonces era un cuadro más de Montoneros y había formado nueva pareja con Jorge Elio Martínez (Al que le decían “El Obispo”. Ver su registro). Ambos se fueron a vivir a La Plata. Cercados por el Ejército en una casita del Barrio del Cementerio, que era un barrio muy humilde, con callecitas de tierra, resistieron hasta morir, el 3 mayo de 1977. Ella tenía 34 años para entonces. Eva, de la unión con Arturo Lewinger, tuvo un hijo, Juan Pablo, hoy un destacado matemático que vive en Toronto, Canadá. “La Colorada” fue partícipe de una operación de recuperación de material sanitario y quirúrgico a principios de los ’70 que tuvo su arista cómica. El Dr. Oscar Alende trabajaba en una clínica de su propiedad en Bánfield, provincia de Buenos Aires. Era además una personalidad política muy respetada por sus pares. Las FAR, por su parte, estaban decididas a construir salitas de urgencia médica clandestinas para curar a compañeros accidentados, heridos de bala, etc. Para reconocer el terreno, fueron a la clínica un par de compañeros haciéndose pasar por pareja: Francisco “Paco” Urondo y “La Colorada”, con la excusa de una dolencia de ella, que ameritara una consulta médica. Los atendió un facultativo que los hizo pasar al consultorio y le pidió a Eva que se desvistiera para revisarla. Dentro del cálculo infinitesimal de la preparación de la “opereta” eso no estaba previsto (y la moral revolucionaria entraba en jaque). Ella manifestó inmediatamente que no le gustaban los desnudos y que no podía estar su “marido” adelante al momento de desvestirse. El médico, azorado, le recalcó que era el marido de ella, que como no podía estar presente en ese simple acto de sacarse la ropa. A todo esto, para mayor confusión del médico, “Paco” Urondo repetía que él saldría de la habitación, porque no soportaba ver a su esposa desnuda… El médico llamó a la cordura para apurar la consulta: que por favor decidieran que iban a hacer. Al final, ella se sacó sus prendas de vestir, cuando “Paco” miró para otro lado. Por supuesto el doctor no le encontró nada malo a “La Colorada” y ella y su acompañante salieron satisfechos porque habían logrado el objetivo de reconocimiento del terreno. Un mes más tarde la clínica fue “visitada” por un grupo operativo de las FAR que ingresó y expropió camillas, medicamentos, insumos, material quirúrgico, etc. Al irse pintaron en la puerta del establecimiento una leyenda que decía: “Dr. Alende así se combate a los monopolios”. Una baldosa conmemorativa de Eva y Arturo, fue colocada donde ambos vivían, en la vereda (Pringles 1014. C.A.B.A) el 11 de mayo de 2010.