Militante universitario de Juventud Peronista. Cuadro montonero. Fue detenido a la edad de 24 años en 1976, en una casa de la calle General Acha 919 Sur, en la provincia de San Juan. Torturado sin límites en la Dirección de Inteligencia de la Policía (D2), luego fue asesinado por un grupo de represores al mando del comisario Hilarión Rodríguez, el 29 de agosto de ese mismo año. Otra versión dice que Guilbert en un descuido de sus torturadores se arrojó al vacío por una ventana, suicidándose. Lo concreto, es que dejaron sus restos en la localidad de La Rinconada, inventando un enfrentamiento entre guerrilleros y fuerzas de seguridad. Un ex policía sanjuanino, Oscar Alfredo Rojas, que se salvó de ser asesinado por sus propios colegas policiales, hizo la denuncia de todo lo ocurrido, en agosto de 2006. Y hay un tercer testimonio muy diferente a los dos anteriores, que es el que brinda Eloy Camus (nieto) en su libro “Historia de víctimas del Terrorismo de Estado” cuando asevera que Roberto José Guilbert fue el primer montonero muerto en un enfrentamiento en San Juan, el 17 de agosto de 1976, cuando se quedó a proteger la retirada de sus compañeros al pie del monte Cerro Negro en la Rinconada, departamento de Pocito, lugar donde Montoneros tenía un importante campamento para preparar militarmente a los miembros del grupo. Según este testimonio, la resistencia que opuso Roberto cuando quedó sólo contra un importante número de efectivos del Ejército y la Policía, permitió que sus compañeros (la mayoría mujeres) contaran con el tiempo necesario para escapar por la Quebrada saliendo a Zonda. Siguiendo este relato, está el testimonio de P.M.: “Resulta que van allá los milicos y estaban los compañeros Guilbert, Martínez, estaba la compañera Marie-Anne Erize, otra compañera Otarola y otros tres compañeros de los que no recuerdo sus nombres. Se armó un tiroteo infernal. Guilbert mató a dos milicos y después lo matan a éste compañero… Ahí lo matan a Roberto Guilbert, se queda… Él se ofrece, es el primer compañero que es condecorado en esa época, por los compañeros de acá de San Juan, por el gesto que había tenido, porque a él no le correspondía quedarse, pero él se quedó. Dijo: ‘Yo me voy a quedar; ustedes váyanse. Yo los voy a retener’. Y él se quedó reteniendo. Y los otros compañeros alcanzaron a rajar. Los compañeros huyeron por entre los cerros hacia Zonda, por el lado del Neuropsiquiátrico. Marie-Anne Erize y la compañera de Poblete (Liliana Riveros) fueron a mi casa con un papel escrito a máquina. Me informaron como había sido el operativo. Se le hizo un homenaje a Roberto: lo declaraban héroe y mejor compañero. Había matado a dos milicos. Llevaron sus restos al Hospital Rawson, junto con los dos cadáveres que eran de milicos”.