38 años, 4 hijos. Oficial 1°, Capitán del Ejército Montonero. Oriundo de Las Colonias, provincia de Santa Fe, donde había nacido un 15 de enero de 1944, en el seno de una familia de inmigrantes sirios con fuertes valores cristianos. Cursó sus estudios secundarios en el Liceo Militar General Belgrano. El “Turco” Haidar perteneció al Ateneo Universitario de esa ciudad capital en la Facultad de Ciencias Químicas. Se recibió de ingeniero químico en tanto trabajaba en la Biblioteca de dicha Facultad, en la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Detenido luego del 18 febrero de 1972, acusado junto a otros 10 compañeros de organización, de asaltar la casa del intendente de Santa Fe y miembro de Nueva Fuerza, Conrado Puccio que murió en el hecho. El intento era secuestrarlo para pedir rescate. Como miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), participa en el intento de fuga de la cárcel de máxima peligrosidad de Rawson en 1972 y es uno de los tres sobrevivientes a la “Matanza de Trelew” ocurrida el 22 de agosto del mismo año; llevada a cabo por la Marina de Guerra. Liberado por la amnistía presidencial de 1973. Secuestrado-desaparecido el 18 de diciembre de 1982 en el ocaso de la tiranía militar cuando intentaba regresar a la Argentina desde Brasil. Fue torturado con saña antes de su asesinato. Su madre Mercedes en un aniversario de su cumpleaños cuando ya estaba desaparecido le escribió: “Quiero decirte también que muchas veces fui egoísta, pensando en mi dolor de madre no pensé que todo lo que hacías lo hiciste por los miles de hermanos que sufren las injusticias sociales, por los niños que carecen de casa y tienen hambre (…) Una vez te dije que Jesús al expulsar a los mercaderes del templo no lo hizo de buenas maneras sino a latigazos y puntapiés, y esta lucha de ustedes tiene mucho de parecido (…) ¿Qué ha sido de vos, que hicieron con vos los asesinos? No lo sé. Pero yo seguiré pensando que estás vivo y listo para continuar la lucha por la victoria final”. Sus compañeros de la primera militancia sólo tienen elogios para su persona: “Era un tipo muy jovial de amplia y generosa sonrisa, excelente amigo y afecto a las costumbres del pueblo, de disfrutar con sus amigos en el café, jugando al billar o compartiendo noches en los tradicionales bailes de esa época en los clubes de Santa Fe”. A diferencia de la mayoría de los integrantes del Ateneo, que tenían una formación humanista y cristiana que luego se identificaron como peronistas, el “Turco” ya era fanáticamente peronista desde muy pibe. Cabe acotar que, en la ciudad de Villa Mercedes, San Luis, por ordenanza Nº 1362-o, del 20 de agosto de 2002, hay una calle con su nombre.