Casado. Estibador. Tenía 33 años cuando lo apresaron. Lo condenaron a 25 años de prisión. Salió antes por amnistía. Fue un legendario militante de la primera Resistencia Peronista. Como tantos otros compañeros hizo escuchar su voz de excluido del sistema, a fuerza de caños y explosivos. Hasta lo acusaron de querer hacer volar por los aires el Cabildo en mayo de 1960 durante los festejos del sesquicentenario; cuando lo detuvieron en esa oportunidad luego le encontraron panfletos y volantes con estas consignas: “Fuera yanquis. Viva la Patria. Viva Perón. Uturuncos. Argentinos al combate. Viva Evita. Vendepatrias. Cipayos tiemblen. El pueblo en armas traerá a Perón”. En dicho operativo de reivindicación actuó junto a otro “bronce” resistente: Magín del Carmen Guzmán (ver su registro). A Herrera lo acusaron en un hecho anterior de meter un caño en el “Edificio Bemberg” grupo económico oligárquico visceralmente antiperonista (abril 1960).