“Graciela”. “Cristina”. Militante montonera en la Secretaría Militar de la Columna Sur. Un grupo de tareas de las FF.AA., asalta su domicilio de calle Derqui 256, Bánfield, provincia de Buenos Aires, el 10 de diciembre de 1978, a las 5 de la mañana. Ella y su compañero José Abelardo “Pety” Luna (ver su frondoso registro) tratan de ganar los fondos de la vivienda para escapar, pero son heridos en sus extremidades inferiores y “chupados” por los represores. Cecilia Mónica Ibarra había nacido en Capital Federal y vivía en el barrio de Villa Urquiza. Sus padres contaban con muchos recursos económicos como para asegurarle una vida tranquila y sin sobresaltos. Como dice al respecto Daniel Luna, su hijo: “La esperaba un futuro prometedor, sin embargo, no respondió a los mandatos familiares, porque era rebelde, sindicalista y montonera. Venía de una familia de militares de la Marina; mi abuelo, mi tío lo eran, por lo tanto, la familia le dio la espalda. Ella trabajaba como empleada pública en el Ministerio de Acción Social y allí conoció a mi viejo”.